La Directiva Nacional de la Democracia Cristiana (DC) acusó un boicot organizado por la ACES para impedir la normal realización de la Prueba de Selección Universitaria (PSU).

Desde la DC manifestaron su “total rechazo a esta medida de presión, violenta y abusiva, y que impidió ejercer un derecho a miles de alumnos a lo largo de todo el país”.

En la misma línea, aseguró que esto constituye “una muestra de un autoritarismo que no merecen nuestros jóvenes, y que debe encontrar el rechazo de toda fuerza política sin distinción”.

Asimismo, criticaron “el descuido del Gobierno de Chile, en cuanto a que este boicot había sido anunciado por las ACES con anticipación, sin que ello significara el diseño de un plan para controlar a una minoría alterada, ni menos una alternativa para las tomas y desmanes”.

No obstante, desde la falange reconocieron que “la PSU replica la segregación del sistema de educación chileno, pues los alumnos de bajos ingresos reciben una educación deficiente para poder enfrentarla. Por esta razón, así como la educación fue objeto de reformas para permitir un mayor acceso –como lo fue la gratuidad-, es hora de modificar sin dilación este instrumento para romper una barrera de ingreso”.

También cuestionaron a “todos quienes, aprovechando estos actos violentos, han puesto en duda el proceso constituyente, invocando la falta de garantías y ausencia de condenas a la violencia”.

Finalmente, sentenciaron que “todo ello tiene como resultado proteger una Constitución que la inmensa mayoría hoy quiere cambiar”, por lo llamaron a “la sensatez de los extremos por un país que quiere vivir en paz y que legítimamente busca un futuro mucho mejor”.