La Policía Civil del estado de Acre, en Brasil, detuvo este martes a un hombre sospechoso de haber asesinado a Karina Bobadilla, la joven chilena que murió el sábado pasado tras recibir múltiples puñaladas en una calle del municipio de Río Branco.

El sujeto fue arrestado cuando intentaba huir a la ciudad de Feijó en un taxi. Posteriormente, fue trasladado a una estación policial, donde habría confesado la autoría del crimen.

“Se sabe de que había un hombre que andaba hace 10 días a la siga de ella, y como ella no quiso nada con él, no halla nada mejor que atacarla y robarle, para que pareciera un robo. Él está preso, confeso, dio toda su declaración y por qué lo había hecho”, indicó la madre adoptiva de la joven, Rita Ormeño, a Una Nueva Mañana.

La joven de 22 años, oriunda de la Región del Maule, llevaba casi un año recorriendo Sudamérica, y había llegado a Brasil a mediados de enero.

De acuerdo a medios locales, la joven fue encontrada en la calle con las heridas tras lo cual fue trasladada al hospital de Río Branco donde finalmente se constató su deceso.

La familia realiza los trámites para repatriar los restos. Sin embargo, es necesaria la autorización de los padres biológicos, situación que ha sido compleja por la diferencia entre ambos.

La abuela materna, Silvia Rodríguez, explicó a Cooperativa que “el cónsul nos informó que desde ese momento son 10 días de investigación policial, y después la vamos a traer, repatriar; ahora lo único que nos interesa es hacer los trámites, nos falta un documento de notaría del papá para que autorice al cónsul para que haga los trámites allá”.