Un estudio elaborado por la Universidad Diego Portales detalló el perfil de las personas que regularmente evaden el pago del pasaje en el transporte público de Santiago.

Según informó El Mercurio, 457 usuarios contestaron la encuesta, en donde 234 eran evasores y 223 eran pasajeros que cancelan la tarifa del Transantiago.

El documento incluye siete grupos distintos, en donde cuatro corresponden a los evasores: “Radicales”, Estratégicos”, Ambivalentes” y “Accidentales”, y tres a quienes pagan: “Enorgullecidos de pagar”, “Empáticos” y “Circunstanciales”.

Evasores:

Radicales (28,2%): Justifican la acción y lo identifican como un acto de protesta. No lo ven como algo deshonesto y tampoco temen ser multados.

Estratégicos (27,3%): Tampoco consideran deshonesto evadir, pero sí creen que todos deberían asegurarse de tener cargada su tarjeta. Además consideran que si hubieran más puntos de carga sería menor la evasión y que tendrían más precaución si las multas fueran mayores.

Ambivalentes (28,6%): Consideran que es aceptable no pagar en algunos casos aunque reconocen que es deshonesto y en general está mal.

Accidentales (15,8%): Son los que consideran que está mal evadir, pero que han tenido que hacerlo alguna vez por no tener cargada la tarjeta.

Pasajeros que pagan:

Enorgullecidos de pagar (35,8%): Siempre pagan su pasaje, afirman que está mal evadir y es deshonesto, ya que nunca se justifica, ni siquiera si ha perdido la tarjeta. Además, le molesta que un evasor ocupe un asiento.

Empáticos (54,7%): Creen que evadir es deshonesto, pero piensan que en algunos casos podría ser aceptable, cuando se pierde la tarjeta por ejemplo. No lo ven como un acto de protesta.

Circunstanciales (9,4%): Aunque pagan su pasaje no creen que esté moralmente mal evadir.