Avilés a Piñera: “Es una brutalidad que culpe a las mujeres de sus agresiones”
La Vicepresidenta de la Mujer de la DC, Camila Avilés, reaccionó hoy a los dichos del Presidente Sebastián Piñera, quien en la promulgación de la Ley Gabriela señaló que “a veces no solamente la voluntad de los hombres es de abusar, sino también la posición de las mujeres de ser abusadas”
“El Presidente de la República ha cometido hoy una brutalidad: en medio de la promulgación de la Ley Gabriela, y frente a los familiares de Gabriela Alcaíno y de cara al país, ha contextualizado las agresiones hacia las mujeres, responsabilizándonos por tolerarlas. El Presidente al contextualizar nos pone en peligro una vez más, pues en una sociedad machista como la chilena toda relativización constituye un permiso para que seamos agredidas”, indicó Camila Avilés.
En este sentido, la Vicepresidenta aseguró que “esta brutalidad del Presidente no es otra cosa que la manifestación más profunda de lo que llamamos patriarcado, por lo que espero que ni la Ministra Isabel Pla ni tampoco la Primera Dama, Cecilia Morel, ni ninguna otra mujer salgan a defenderlo hoy. Lo propio ante estos dichos es que el mismo pida disculpas, y garantice que, para la primera autoridad nacional, las agresiones y homicidios contra las mujeres, nunca encuentra su origen en la conducta de la mujer”.
Asimismo, Avilés anunció que “por esta razón este 8 de marzo debemos salir a marchar de forma organizada, creativa y en donde nosotras seamos lo principal: nuestras vivencias, injusticias y desafíos. No es primera vez que Sebastián Piñera nos reserva brutalidades: antes hizo chistes con mujeres que a su juicio no eran damas. O también se mofó de mujeres que se hacen las muertas para que luego los hombres las sometan haciéndose los vivos. Entonces ya basta: Sebastián Piñera nos debe una disculpa a todas.
Finalmente, Avilés indicó que “cuesta imaginarse que en el año 2020 el lenguaje machista, violento, sea parte del Estado, ante lo cual solicitaré que Contraloría que emita un instructivo que sea distribuido a todas las reparticiones del Estado, y que garantice que, en todos los actos de los organismos públicos, en sus escritos, vocerías, resoluciones y políticas públicas, jamás podrá denigrarse a la mujer en ninguna forma