El FC Barcelona, con Arturo Vidal desde el minuto 73, venció por 1-0 este sábado a la Real Sociedad en la jornada 27 de la liga española celebrada en el Camp Nou, gracias a un gol de Leo Messi de penal -señalado con el VAR- en el minuto 81.

El mediocampista chileno reemplazó al croata Ivan Rakitic a 17 minutos para el pitazo final con el fin de ayudar a romper el cero y vaya que fue clave. Sacó el centro que terminó con el balón dándole en la mano a un zaguero de la Real, acción que llevó al árbitro a marcar la pena máxima que anotó la ‘Pulga’.

Los de Quique Setién jugaron a chispazos, sin continuidad, aún con la resaca de perder el liderato en el Santiago Bernabéu. La derrota en el Clásico y otra semana de polémicas con las formas del segundo Eder Sarabia trajo un Barça que sigue sin destacar con el técnico cántabro. La Real, de menos a más en su peligro, tuvo sus opciones de celebrar la final de Copa del Rey con un golpe en la Ciudad Condal.

El cuadro azulgrana volvió a ser una sombra de sus mejores días, con el problema añadido de que Messi tampoco mató cuando pudo en la primera parte. Tras el descanso, la Real volvió a disputar el balón, pero un arreón local trajo buenas ocasiones y, sobre todo, una mano de Le Normand que el colegiado consideró penalti tras verlo en el VAR. El Barça pidió la hora al final, con tres puntos (58) que presionan al Real Madrid (56) en su visita al Betis el domingo.

Con dos equipos parecidos en sus intenciones, la posesión en 50% tras los 90 minutos, el momento dispar de ambos equipo salió a la luz. La presión de la Real fue mejor y por tanto su salida de balón dejó en evidencia a un Barça con peor actitud. Las ganas las puso el último en llegar, un Martin Braithwaite que se estrenó en el once. El delantero danés desbordó siempre que lo intentó y hasta levantó las manos en busca de animar a un Camp Nou decepcionado.

Odegaard circuló con peligro varias veces por el área azulgrana, pero le faltó remate a la Real. Por poco no conectó Portu un buen centro de Barrenetxea, muy activo por banda izquierda, ante la salida de un Ter Stegen con la confianza igual de tocada que el resto del Barça. La salida de balón del alemán no ayudó a los locales, aunque poco a poco el partido pasó a jugarse en campo de la Real.

Al menos alejó de su portería a su rival un Barça que conectó un par de veces con peligro. Al primer toque, los de Setién lograron dejar a Messi en disposición de ver puerta, pero el argentino perdonó. Tras el descanso, la Real amenazó con adueñarse del balón. Los de Alguacil siguieron sin tener una ocasión clara, a pesar de meter a Oyarzabal, pero la débil presión del Barça impacientó al Camp Nou. Despertó el cuadro culé gracias a que Messi bajó a iniciar jugada y los de Setién encadenaron tres buenas ocasiones.

Rakitic fusiló ante la estirada de Remiro, un pase de la muerte de Alba no encontró remate en una buena jugada y otra de Piqué. Braithwaite abandonó la banda en el segundo tiempo y el Barça perdió su peligro, mientras Griezmann sumaba más minutos sin valía. El choque enfiló la recta final con la Real generando sus mejores llegadas. Isak fusiló desviado y Monreal cruzó en exceso.

Con el agua al cuello y el liderato en juego, una jugada que parecía haber pasado desapercibida, pero que Piqué reclamó a Martínez Munuera, terminó con el colegiado en la tele del VAR. Messi convirtió el penalti, pero el Barça no supo dominar el final, ni evitar sufrir, a pesar de un gol anulado en el 96′ a Alba. Los pañuelos confirmaron que tampoco la afición culé ve claro el futuro de una temporada partida en dos entre Valverde y Setién.

AgenciaUno/EP