Comerciantes del centro de Valparaíso afirmaron que se encuentran ajustando las condiciones de sus locales a las recomendaciones de las autoridades de Salud, para no perder más clientela, en medio de la contingencia por la pandemia de Covid-19. Además, piden al Gobierno que intervenga e incluso sugieren mandate a prorrogar pagos de cuentas y créditos para evitar caer en quiebra.

En un recorrido hecho por Agencia UNO para constatar la situación de pequeños y medianos comerciantes, nos encontramos con el local de comida de Elizabeth Calderón, quien advierte ha perdido hasta un 90% de las ventas en medio de la crisis por la propagación del coronavirus.

“Pésimo porque en realidad han bajado mucho las ventas y hay que pagar arriendo, sueldos, IVA y no están las lucas”, condenó la emprendedora.

Para Elizabeth, una solución sería que el Gobierno se involucre y favorezca a las pymes, anunciando medidas como que se aplace el pago del IVA y los servicios, o alguna propuesta similar a la anunciada por el Mandatario francés Enmanuel Macrón, cuyo Gobierno asumió créditos y suspendió el pago de alquileres, impuestos y recibos de luz, gas y agua.

Alex Sarmiento, dueño de Sazón Nazca, coincide con Elizabeth, asegura también estar a la espera de medidas que anuncie el Ejecutivo para evitar perder alguno de los locales que se han visto obligados a cerrar por la crisis.

“Tenemos cinco restaurantes cerrados por la falta de clientela(…)Hemos reducido harto personal y estamos a la espera que el Presidente anuncie lo que va a pasar ahora con las pymes. Ojalá que esto pase pronto”, afirmó

Sarmiento, señala que en sus negocios trabajan entre 20 y 25 empleados, y advierte que no podría continuar con ellos, cuando las ventas oscilan entre 80 mil y 100 mil pesos, actualmente.

“Ya las ventas no dan para local, ni para los empleados, ni para nosotros”, lamentó.

Mientras tanto, el comerciante, instruye a sus trabajadores, como Kevin Ledezma, a reducir el local e implementar medidas recomendadas el Gobierno, para atraer a los habituales usuarios.

Ledezma detalló que han decidido separar las mesas a la distancia de un metro y ser más rigurosos con la limpieza, para “cuidar la salud de la clientela”.

“Hemos reducido el local para acatar las órdenes de higiene y prevención sobre este virus que nos está atacando”, afirmó.

Tanto empleados como empleadores esperan que pase pronto esta “mala racha”, como describen, y se puedan levantar las pequeñas y medianas fuentes de sustento en la zona.