Un llamado a reducir los límites de velocidad y a respetar las normas del tránsito, formuló la ministra de Transportes y Telecomunicaciones, Gloria Hutt, junto a la secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito, Johanna Vollrath, con el objetivo de evitar accidentes y focalizar la atención de salud en las personas contagiadas con Covid-19.

Siguiendo recomendaciones internacionales, la secretaria de Estado manifestó su preocupación por una situación que se ha constatado en zonas urbanas de distintas ciudades del país.

“Tenemos varias comunas y ciudades enteras con cuarentena total, lo que genera una disminución importante de los flujos vehiculares. Sin embargo, el menor número de automóviles ha generado que conductores circulen a exceso de velocidad, lo que claramente pone en riesgo su vida y la de otros usuarios de las vías. Inevitablemente, si se producen accidentes habrá un impacto en el sistema de salud, cuya prioridad hoy debe ser atender a las personas contagiadas con coronavirus”, señaló la ministra Hutt.

En la misma línea, la secretaria ejecutiva de Conaset detalló que “el año pasado en Chile hubo más de 7.800 lesionados a causa de la velocidad imprudente y pérdida de control del vehículo del conductor. Una cifra muy alta si la comparamos con otras causas de accidentes en el tránsito y que, por estos días, nos invita reflexionar sobre la capacidad hospitalaria de nuestro sistema de salud. Distintos líderes a nivel mundial y también expertos de la OMS, están recomendando reducir la velocidad para evitar lesionados, porque al tener menos probabilidades de accidentes, se favorece la atención de pacientes con Covid-19. Por eso, como Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito hacemos un llamado a respetar los límites de velocidad y a tener una conducta solidaria y responsable en el tránsito”.

La ministra Hutt recordó que la velocidad máxima en zonas urbanas es de 50 km/h y su incumplimiento está sancionado –de acuerdo a la gravedad de la infracción- con multas que van desde 1 a 3 UTM y la posibilidad de suspensión de la licencia de conducir entre 5 y 45 días.

“Más allá de la existencia de una multa, el espíritu de esta normativa es proteger la vida de los conductores, el resto de los ocupantes del vehículo y otros usuarios de las vías, por lo que apela a la responsabilidad y al autocuidado, más en momentos como el que atravesamos producto del coronavirus”, dijo.