El diputado Osvaldo Urrutia (UDI) se refirió a la decisión de la Corte de Apelaciones de Valparaíso que dictaminó la ilegalidad en el actuar del alcalde de la comuna, Jorge Sharp, al anular el permiso al proyecto denominado Parque Pumpin en la ciudad.

Urrutia afirmó que “este fallo de la justicia nuevamente deja a Valparaíso pagando los gustitos ideológicos del alcalde Sharp. Este nuevo despilfarro se suma a su largo historial de fracasos pensando que la ciudad es patrimonio de un pequeño grupo de frenteamplistas y no de todos los porteños”.

El legislador recordó una serie de iniciativas que terminaron en nada y que sólo fueron “bravatas comunicacionales”. “Partió con el tema de la basura donde finalmente no pasó nada y terminó contratando a la misma empresa ahora que cuestionó en su minuto; siguió con los parquímetros que también terminaron en pérdida para la ciudad; el proyecto Puerto Barón donde simplemente abandonó el proceso judicial porque no le gustaba la iniciativa; y ahora sumamos este otro proyecto donde nuevamente hace el loco y los costos los terminará pagando Valparaíso”, aseguró el parlamentario.

Urrutia señaló que “esta irresponsabilidad que ha mostrado el alcalde Sharp ha superado todo límite posible porque insisto él se va a ir de la alcaldía y resulta que serán los porteños los que asumirán estas barbaridades jurídicas que llevó adelante pese a que siempre se le señaló que eran ilegales. Será la ciudad la que deberá pagar los más de $50 millones en costas judiciales por este caso”.

“El problema es que al no ver más allá de su ideología trasnochada y seguir insistiendo en ella, dejará a Valparaíso sin comercio a raíz del estallido social y sin obras que permitan revitalizar la economía local que el alcalde Sharp, desde que llegó, se encargó de torpedear, insisto, con un motivo ideológico que hasta ahora solo ha mostrado fracasos en todos los lugares donde se ha tratado de instaurar. Y para qué decir en el Puerto”, manifestó el legislador.

El diputado UDI sentenció que “quizás este modelo le sirve en Corea del Norte, Cuba o Venezuela, pero no para Valparaíso y menos es lo que los porteños necesitan”.