Este lunes la clasificadora de riesgo S&P mantuvo la clasificación de riesgo del país en “A+” y ajustó la perspectiva desde “estable” a “negativa”.

Ello, según consigna el informe, refleja el riesgo de un período prolongado de menor crecimiento generado por la pandemia y el impacto de la crisis social.

En opinión de S&P, la materialización de este escenario de riesgo estaría acompañado por mayores déficits fiscales y deuda pública.

La mantención de la clasificación de la República de Chile en A+, la más alta de la región, ocurre en un contexto en que S&P ha realizado ajustes negativos de clasificación o perspectiva a otros 37 países durante el año 2020.

Excluyendo a Chile, la clasificadora ha tomado 16 acciones negativas a países en la región de América Latina y el Caribe en lo que va del año, la mayoría en las últimas semanas.

De acuerdo al Gobierno, “en el marco de la expansión del COVID-19, el Ministerio de Hacienda ha respondido de forma oportuna y decidida para asegurar los recursos necesarios para el sector salud, proteger los ingresos de los hogares y empresas, inyectar liquidez a la economía real, y fortalecer el canal del crédito de la economía chilena”.

De esta manera, “el Ministerio de Hacienda reafirma la importancia de recuperar el crecimiento económico, al tiempo que reitera su compromiso con la responsabilidad fiscal, la reducción gradual del déficit fiscal estructural, y la mantención de una situación sustentable para las finanzas públicas”.

Por último, las clasificadoras de riesgo Moody’s y Fitch Ratings evalúan al país con clasificaciones “A1” y “A” con perspectivas “estable” y “negativa” respectivamente.

Asimismo, se destaca que Chile cuenta con amplio acceso a financiamiento en los mercados internacionales en términos favorables y competitivos.