Este jueves el ministro de Desarrollo Social, Sebastián Sichel, junto a su par de la Segpres, Felipe Ward, promulgaron la ley que crea el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que fue despachado ayer por el Congreso.

Este aporte estatal es un subsidio directo a los beneficiarios, que se entregará a los hogares del 60% más vulnerable que no tengan ingresos formales o que en el hogar viva un adulto mayor de 70 años o más que tenga Pensión Básica Solidaria (PBS).

El beneficio se entregará por hasta tres meses y el monto dependerá del tamaño y del tipo de hogar. Son casi 2 millones de hogares, lo que corresponde a 4,9 millones de personas.

Dentro de los 244.588 nuevos hogares, hay presencia de 261.230 adultos mayores de 70 años o más que reciben PBS y que cumplen con los requisitos descritos para acceder al IFE.

Al sumar estos beneficiarios, se genera un mayor gasto por US$31 millones. Por ende, el gasto fiscal total superará los US$830 millones en tres meses.

El primer mes los hogares recibirán el 100% del monto que les corresponde, según el tamaño y tipo de hogar, el segundo recibirá el 85% y el tercer mes el 70%.

El monto para los hogares que pertenecen al 60% más vulnerable y sin ingresos formales, será de $65.000 por integrante durante el primer mes. El segundo mes será $55.250 y el tercer mes $45.500.

Para los hogares que tienen adultos mayores de 70 años o más y que reciben Pensión Básica Solidaria, recibirán por cada uno de ellos $55.250 en el segundo aporte y $45.500 en el tercero. En el primer aporte no se considerarán, debido a que reciben en ese mes el Bono Invierno.

Entre fines del mes de mayo y la primer quincena de junio, los beneficiarios recibirán el primero de los tres pagos descritos anteriormente.