Venezolano acampando en la Embajada: “Estamos en situación indigna”
Francisco Forti, lleva 12 días durmiendo en las inmediaciones de la embajada de Venezuela, en Santiago. Es uno de los más de 300 venezolanos que se encuentran acampando a la intemperie a la espera de un vuelo humanitario para regresar a su país, a raíz de las dificultades económicas que aseguran no han podido superar, debido a la propagación del COVID-19 en Chile.
Francisco y su esposa, arribaron el 9 de diciembre del año pasado a suelo chileno, en búsqueda de un futuro, pues asegura que “la situación en Venezuela es sumamente crítica”. El hombre indicó que antes de la aparición del coronavirus había podido encontrar trabajo en el país, y con ello un sustento, a pesar de la crisis social que se desató el 18 de octubre pasado.
“Vinimos a Chile buscando esa nueva oportunidad de rehacer nuestra vida. Lo más increíble es que aunque llegamos en una época difícil, pasando el estallido social y todo aquello, pudimos encontrar esa cara positiva del chileno, esa mano abierta del pueblo chileno, dispuesto a ayudar al emigrante, dispuesto a ayudar a la persona que de buena fe viene a sumar”, afirmó.
El venezolano, señala que se mantuvo trabajando por su cuenta y que incluso consiguió diversas oportunidades que le hicieron mantener la esperanza de poder surgir.
Sin embargo, todo cambió con la aparición del virus, que trajo con ello la implementación de medidas como el toque de queda y cuarentena, que derivó en la suspensión de contratos y pérdidas de empleo, agravando la situación de quienes no tienen garantías.
Para Francisco, no fue distinto, asegura que aguantó la situación económica hasta que ya no tuvo como cancelar el alquiler del lugar donde vivía junto a su esposa.
“Nosotros arrendábamos una pieza, lo cual ya no pude más cancelar. Habíamos consumido el depósito y aquellas cosas y tuvimos la necesidad de salirnos de ella e irnos a la calle”, lamentó.
En consecuencia, decidió sumarse al resto de extranjeros(bolivianos, peruanos, entre otros) que han decidido sobrevivir al virus en sus países, donde aún permanecen sus familias o tienen viviendas.
Desde hace 12 días, el hombre está “viviendo” a las afueras de la embajada controlado por el gobierno de Nicolás Maduro, esperando por un vuelo humanitario de los que se han prometido.
“Estamos en situación de calle. Estamos en situación indigna. Lo más parecido a la indigencia como pueden observar. Aquí a bebés incluso de 5 meses de nacidos, 43 niños en total, personas de la tercera edad con distintas enfermedades”, precisó.
El, junto a otras 300 personas, aseguran que permanecerán en el lugar hasta que obtengan una respuesta y mientras las circunstancias lo permitan, aludiendo a las condiciones climáticas especialmente, ya que ahora es época de otoño y falta poco más de un mes para que comience el invierno en Chile.
“Nuestra posición es firme, de mantenernos aquí al frente de la Embajada. No vamos a ceder hasta que el Gobierno nos envíe la ayuda”, enfatizó.
Dada la precariedad de las condiciones en las que pernoctan este grupo de personas, organizaciones sociales chilenas y comunidades de venezolanos en Chile se han acercado hasta el lugar para repartir comida gratis, carpas, colchones y vestimenta y cobijas para superar las frías noches.