El subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga, se reunió esta tarde con los directores de los servicios de Salud de la Región Metropolitana para coordinar el funcionamiento de la Red Integrada COVID-19. En la instancia se discutieron temáticas como la gestión de camas críticas y el traslado de pacientes a regiones.

Al concluir, la autoridad señaló que “en dos semanas hemos aumentado en 240 las camas de la Región Metropolitana. Ha sido un trabajo muy intenso. No solo hablamos de un ventilador o una cama, sino que hay un equipo de trabajo humano detrás”.

Zúñiga agregó que el trabajo no ha terminado, “seguimos trabajando y el mejor ejemplo de eso es el Centro Asistencial de Ñuñoa, que abrió sus puertas para atender pacientes con el objetivo de descongestionar la ocupación de los hospitales”.

La directora del Servicio de Salud Metropolitano Oriente, María Elena Sepúlveda, explicó que este nuevo recinto Ñuñoa aporta 25 camas de cuidados medios que va a permitir derivar pacientes de centros asistenciales de mayor complejidad de manera de ir liberando camas para dar una atención de pacientes COVID-19.

“El Servicio de Salud Oriente va a ampliar el número de camas de cuidados intensivos, intermedios y cuidados medios para que nadie se quede sin atención. Esa es nuestra misión”, añadió.

El subsecretario también mencionó que en el nuevo Hospital Metropolitano de Providencia, se han implementado 12 camas críticas y, en la medida que se vayan necesitando, se van a disponer de más, hasta llegar a 46 de ellas.

El director del Servicio de Salud Metropolitano Occidente, Francisco Miranda, señaló que “a partir del día de ayer habilitamos la apertura de 12 camas ventiladas, de las cuales ya hay 6 ocupadas. Y esta noche seguramente llegarán el resto de los pacientes”.

“Este hospital a final del mes de junio debería estar con 340 camas funcionando exclusivamente para pacientes con COVID-19. Esta es la instrucción de nuestro ministro”, concluyó el director.