India ha registrado un total de 9.887 contagios por coronavirus en las últimas 24 horas, récord diario en un país donde la pandemia todavía está a tres semanas del pleno apogeo tras rebasar a Italia en las últimas horas en número de casos.

El balance proporcionado este sábado por el Ministerio de Salud eleva el total de contagios a 236.657 y los fallecimientos, a 6.642 tras 294 víctimas mortales desde el viernes, según la estimación ofrecida por ‘The Times of India’.

El país también está avanzando lentamente hasta los 10.000 casos diarios, en el tercer día consecutivo que sube de los 9.000 contagios, tras los 9.851 del viernes y los 9.304 del jueves. Se espera que el pico de la pandemia llegue a finales de junio, principios de julio.

El estado más afectado, Maharashtra ha cruzado la marca de los 80.000 contagios, con un total de 2.849 fallecidos, mientras que Tamil Nadu ha reportado 28.694 casos y 232 muertes. Delhi sigue siendo la tercera región más afectada en el país con 26.334 personas infectadas y 708 muertes.

La mayoría de los nuevos casos han ocurrido exactamente donde temían las autoridades: en zonas rurales a las que regresaron decenas de miles de trabajadores procedentes de las grandes ciudades del país durante las primeras semanas de la pandemia.

Las autoridades comenzaron a permitir su movimiento fuera de las ciudades a principios de mayo, con las consiguientes escenas de caos en los puestos de control entre los estados del país.

El Gobierno lleva aliviando las restricciones desde hace unas semanas en un intento por revitalizar la economía, pero solo se están aplicando en zonas bajo cuarentena o consideradas de alto riesgo. Mercados y empresas han reabierto, así como la actividad industrial, y se han reanudado los viajes por carretera, ferrocarril y avión.

Impulsado por las cifras de la economía, el Gobierno ha anunciado nuevas reglas para la reapertura de centros comerciales, restaurantes, hoteles y lugares de culto — con restricciones para grandes reuniones — a partir del lunes.

Todas las miradas están puestas ahora en la tasa de mortalidad del virus, que actualmente se sitúa en el 2,8 por ciento, sustancialmente por debajo de la media global del 5,8 por ciento, aunque este porcentaje podría cambiar si este repunte de contagios acaba saturando los sistemas de salud.