Por 88 votos a favor, 36 en contra y 22 abstenciones, la Sala de la Cámara de Diputados aprobó en general el proyecto que proponía la suspensión de la Evaluación Docente y de las pruebas del Sistema de Medición de la Calidad de la Educación (Simce) por el año 2020, debido a la pandemia del COVID-19, posponiendo ambos procesos para el año 2021.

Sin embargo, la norma relativa al Simce, y que requería para su aprobación del voto favorable de 89 diputadas y diputados, por tratarse de una norma propia de ley orgánica constitucional, no logró su respaldo en la idea de legislar, al solo alcanzar 87 votos a favor, además de 45 en contra y 16 abstenciones.

Cabe mencionar que la Agencia de Calidad de la Educación anunció el día de hoy la suspensión del Simce 2020 y su reemplazo por una evaluación muestral y acotada a establecimientos educacionales voluntarios.

Según lo señalado por el diputado Mario Venegas (DC), “este es, sin duda, un año absolutamente anormal, complejo y excepcional, por lo tanto, desde el inicio he señalado que realizar evaluaciones como estas no es una buena decisión; de hecho, creo que los recursos destinados a aquello deben destinarse a las enormes necesidades que existen producto de la pandemia”.

En materia de evaluación docente, la propuesta legislativa permite a los profesionales de la educación a quienes les corresponda realizar la evaluación docente el año 2020, posponer dicho proceso para el año 2021.

No obstante, no impide realizar dicha evaluación durante el presente año a aquellos profesionales de la educación que manifiesten expresamente, por escrito, ya sea físicamente o por medios electrónicos, su voluntad de realizarla.

Esta decisión debe ser presentada ante el Jefe del Departamento de Administración Municipal de Educación; el Director de la Corporación de Educación Municipal,  el Director Ejecutivo del Servicio Local respectivo o el sostenedor del establecimiento particular subvencionado, quienes informarán al Ministerio de Educación.

El proyecto plantea en sus argumentos que la suspensión de las clases presenciales debido a la pandemia del COVID-19, ha implicado que los programas educativos no se estén entregando normalmente, por lo que resulta absurdo pretender evaluar a docentes y estudiantes en estas circunstancias.

Tras la votación general y por haber sido objeto de indicaciones, la iniciativa regresó a la comisión de Educación de la Cámara para su discusión en particular.