El seremi de Salud de Valparaíso, Francisco Álvarez, fue dado de alta desde la Clínica Ciudad del Mar, en Viña del Mar, tras estar un mes hospitalizado y grave producto del COVID-19; incluso estuvo conectado a un ventilador mecánico.

“Ahora estoy en mi hogar, disfrutando de estar en mi casa, de las comodidades de estar en mi hogar y con una segunda oportunidad en la vida. Estuve en el limbo”, enfatizó la autoridad en conversación con El Mercurio de Valparaíso.

Asimismo dijo que “debiésemos estar preparados para todo, pero en este caso lo que pasó fue muy repentino, muy abrupto, y en menos de 24 horas. Partí con un dolor de cabeza y terminé con un ahogo que me terminó llevando a la UCI y que casi me cuesta la vida. Es bastante complejo, porque yo creo que nadie está preparado para algo así”.

A su juicio, el COVID-19, “no sólo es una enfermedad contagiosa, sino que también se puede transformar en algo mortal. Por eso hay que ser responsables y solidarios, adoptando todas las medidas que sean necesarias. Eso es clave para mejorar”.