AgenciaUno/EuropaPress

El Ministerio de Salud de Brasil notificó este jueves 48.105 nuevos casos, por lo que son ya 1.496.858 los contagios acumulados en el país, cuyas principales regiones, entre ellas la más afectadas, como Río de Janeiro y Sao Paulo, continúan en plena fase de desescalada. En cuanto al número de fallecidos, Brasil registró este jueves 1.252 más y ya suma 61.884.

Sao Paulo, la región más afectada por la pandemia en Brasil, anunciará en las próximas horas la posibilidad de reabrir centros culturales, como cines y teatros, antes de lo previsto en algunos municipios del estado que ya se encuentran en el color amarillo del semáforo epidemiológico, entre ellos la Región Metropolitana, aunque lo previsto era hacerlo cuando lograsen estar en color azul.

El Gobierno de Sao Paulo señaló que la idea es retomar estas actividades con el 40 por ciento de la capacidad, con el uso obligatorio de mascarillas y, en el caso de las obras teatrales, las representaciones no deberán superar las dos horas.

Por otro lado, Río de Janeiro también continúa con la reapertura de otros sectores, como gimnasios, bares y restaurantes, que funcionarán por debajo de la mitad de su capacidad y con límites de horario.

En cuanto al Distrito Federal, y pese al avance de la pandemia y la alta tasa de ocupación en las camas de hospital, tal y como precisa el periódico ‘Estadao’, su gobernador, Ibaneis Rocha, anunció este jueves la reapertura para el martes próximo de peluquerías, salones de belleza y gimnasios, mientras que los bares y restaurantes lo harán a partir del 15 de julio.

Rocha, quien hace unos días aseguró que las restricciones ya no valían para nada porque “se agotó el límite de la población”, decretó también que las escuelas podrán volver a abrir sus clases a partir del 27 de julio y del 3 de agosto en el caso de los centros públicos.

Aunque Rocha fue una de las primeras autoridades en decretar las medidas de aislamiento en su territorio, incluso antes de que se confirmara de manera oficial el primer caso en Distrito Federal, defendió en los últimos días que el COVID-19 sería tratado a partir de ahora como “una gripe”, pues así “debió ser desde un principio”.