Mesa de expertos presenta 15 propuestas para prevenir la deserción escolar
Actualmente en el país existen más de 186 mil niños, niñas y jóvenes de entre 5 y 21 años que no han completado su educación escolar y no asisten a un establecimiento educacional. Esta preocupante cifra podría aumentar a 267.822 según proyecciones del Ministerio de Educación, producto de la interrupción de clases presenciales y otros factores causados por el Coronavirus.
Para abordar esta situación, el Mineduc conformó un grupo de trabajo transversal de expertos y académicos, quienes tras un mes y medio elaboraron un documento con 15 propuestas que tienen como objetivo detectar oportunamente el riesgo de la exclusión escolar, proveer a los establecimientos educacionales herramientas concretas que los ayuden en la retención y medidas para la reinserción de los alumnos que ya se encuentran fuera del sistema.
El trabajo realizado durante este período se centra, fundamentalmente, en dar recomendaciones para garantizar el derecho a la educación de los niños, niñas y jóvenes que presentan mayores riesgos de desconexión con su proceso de aprendizaje y que podrían no volver a reintegrarse a clases en modalidad presencial cuando se retomen las actividades académicas.
En relación a la región del Biobío en 2019 habían 12.323 desertores del sistema escolar, y según la proyección la cifra podría llegar a 17.371 niños, niñas y jóvenes fuera del sistema a consecuencia de la pandemia por Covid-19.
“Dentro de las medias lo más importante es reforzar las trayectorias escolares positivas, profundizar en el rol de los tutores y adultos responsables de los alumnos, buscando sobre todo el seguimiento y el monitoreo de los estudiantes al interior de los establecimientos, para evitar que ningún alumno salga del sistema escolar producto de la pandemia“, precisó el seremi de Educación, Fernando Peña.
Las propuestas se agrupan en cinco grandes temas:
-Generar un relato común sobre las trayectorias escolares positivas y el rol de los adultos responsables.
-Generar condiciones para que los distintos actores del sistema escolar puedan realizar un trabajo autónomo y activo en promover trayectorias escolares positivas.
-Fortalecer sistemas de detección oportuna de estudiantes en riesgo de exclusión escolar y apoyar a la comunidad educativa en su uso.
-Fortalecer el trabajo en red para enfrentar la multicausalidad de la exclusión escolar, tanto en tiempos de clases a distancia como presenciales.
-Fortalecer programas existentes de reinserción, reingreso y retención escolar.
Principales medidas:
-Envío masivo de SMS a más de 11.600 apoderados de niños y jóvenes que estuvieron matriculados en 2019 y abandonaron los estudios en 2020. Se les enviará información contando que aún continúa abierto el proceso de matrícula 2020. Los niños, niñas y jóvenes que logren matricularse tras esto, tendrán un seguimiento con el objetivo de asegurar que sean acogidos y tengan un apoyo adecuado en el establecimiento que los recibe.
-Extensión del Sistema de Alerta Temprana (SAT) para todo el sistema educativo. Esta herramienta permite que los establecimientos educacionales identifiquen a los estudiantes con mayor riesgo de deserción escolar, en base a indicadores educativos (rendimiento, rezago pedagógico, promedios de asistencia de años anteriores, entre otros) y características socioeconómicas, del entorno y familiares.
-Creación de una herramienta de gestión del contacto que se está sosteniendo con los estudiantes, para poder identificar a quienes no tienen contacto habitual con el establecimiento y las razones por las que esto ocurre. La idea es que el profesor jefe tenga información de la matrícula de su curso, y desde esta planilla los directores y/o sostenedores puedan conocer si los escolares están en contacto de forma constante o si requieren un mayor apoyo.
-Generación de reportes periódicos de ausentismo, lo que permitirá a cada establecimiento educacional identificar casos de ausentismo crónico individualizado y tomar medidas de gestión oportunas, junto con talleres de capacitación de buenas prácticas para profesores y equipos directivos, los que se enfocarán en cómo comunicarse con sus estudiantes más críticos.
-Difundir a través de redes sociales y una página web, buenas prácticas en prevención de la deserción que han sido exitosas en algunos establecimientos. La idea es que quienes se interesen en conocer más de estas iniciativas puedan tomar contacto directo con cada colegio.
-Generar más espacios de reencuentro educativo para el año 2021 para que niños y jóvenes que se encuentran fuera del sistema retomen sus trayectorias educativas
Las propuestas elaboradas por la mesa de expertos esperan que en su conjunto puedan garantizar trayectorias escolares positivas para todos y cada uno de los estudiantes, reduciendo el abandono escolar y mejorando dimensiones de inclusión y equidad.
Es importante recalcar que la inasistencia física a clases en un factor relevante que perjudica no solo los aprendizajes, sino el grado de conexión del establecimiento con sus estudiantes y familias, además de afectar la sociabilización de los alumnos con sus compañeros y con la comunidad escolar en general.