Comisión de Constitución aprobó nominación de Ravanales a la Corte Suprema
La Comisión de Constitución del Senado aprobó, de forma unánime, la nominación de Adelita Ravanales para la vacante que dejó Hugo Dolmetsch en la Corte Suprema.
Previamente, la actual ministra de la Corte de Apelaciones de Santiago realizó su presentación ante la Comisión de Constitución, donde definió su carrera en el Poder Judicial como “una situación de estabilidad en constante cambio, dada tanto por los diferentes tribunales y lugares en los que serví, como por las reformas procedimentales y sustantivas que me ha tocado vivir”.
En esa línea destacó la creciente incorporación de la tecnología, la gestión y administración en tribunales, como herramientas de apoyo a la labor jurisdiccional. “La situación sanitaria actual, ha puesto de manifiesto la importancia de estos temas. Gracias a la tecnología y a una administración oportuna se pudo compatibilizar la continuidad del servicio judicial con la protección de la vida y salud de los integrantes del Poder Judicial y los usuarios”.
Asimismo la ministra Ravanales manifestó que no obstante queda camino por recorrer, se ha avanzado en materia de equidad de género. “Cuando concursé como relatora interina de la Corte Suprema, en 1997, ninguna mujer se desempeñaba como ministra de ese tribunal y, entre los relatores solo había dos mujeres. Me integré a la Corte de Apelaciones de Santiago como la sexta mujer, dentro de los 31 cargos existentes en aquella época” señaló.
Respecto de su participación en la formación de ética judicial, sostuvo que “para ser un buen juez o jueza no basta meramente cumplir los deberes jurídicos, hay que esforzarse por alcanzar máximos y no mínimos para así recuperar la confiabilidad y superar la crisis de autoridad en que la justicia –entre otras- se encuentra inmersa”.
Finalmente sobre el ejercicio jurisdiccional, la ministra Adelita Ravanales aseveró que “es la judicatura la que está llamada a proteger, y hacer efectivos los derechos, las garantías, las libertades de las personas y ha de hacerlo sin injerencias externas, ni internas, sin prejuicios, ni sesgos, ni por el interés personal de quien las emite”.
“No debemos olvidar que nuestra labor esencial radica en aplicar el derecho y no en crearlo directamente” agregó.
Cabe recordar que tras esta audiencia los senadores informan a la Sala si es que la candidata cumple o no con los requisitos para integrar el máximo tribunal y es el pleno del Senado el que debe pronunciarse. Para ser ratificada en el cargo requiere los votos de los 2/3 de los senadores en ejercicio, es decir 29 sufragios.