Con buen estado de ánimo y pensando en el Dakar 2022, llegó este lunes a Santiago el iquiqueño José Ignacio Cornejo (Monster Energy Honda Team), quien abandonó en la décima etapa del Rally Dakar, tras una fuerte caída en el kilómetro 252 entre Neom y Al-Ula, siendo hospitalizado por tres días.

A su arribo al aeropuerto de Pudahuel junto a su padre (José), se mostró satisfecho del rendimiento que tuvo durante las diez primeras etapas, generando comentarios positivos de los integrantes de su equipo y de sus pares.

“Fue un error, una desconcentración de un segundo que me hizo golpear una piedra en el desierto que no vi. Le pegué con la rueda trasera. Me acuerdo de que volé sobre el manubrio y de ahí se me borró la película, hasta que me levanté varios minutos después muy adolorido. Como pude me subí a la moto, la hice andar y seguí en ruta (90 kilómetros) hasta llegar a un primer control”, relató el piloto de 26 años.

Luego de pasar ese control, Cornejo se puso a conversar con personal de la organización donde les comenta que se había caído y por eso las huellas marcadas en la moto y el casco roto.

“En ese momento me conminan a visitar la carpa médica y ahí me indicaron que debía abandonar la carrera para ser trasladado a un hospital en helicóptero. Más tarde me llevaron en avión al hospital de Jeddah, donde me realizaron varios exámenes y escáner a la cabeza hasta ser dado de alta el viernes por la tarde”, explicó el nacional.

Como secuelas, el piloto terminó con una hematoma en el costado izquierdo de la frente, el ojo izquierdo morado, el codo y cadera izquierda con heridas, pero nada grave.

“Fue agridulce este Dakar porque mejoré con creces lo realizado el año pasado. Pese a la caída, fue un Dakar positivo porque lideré la carrera durante tres etapas consecutivas, algo que en la prueba no había sido común, ya que hubo mucho intercambio en la punta. Con toda la experiencia ganada, el próximo año tendré un mejor Dakar”, sentenció Cornejo antes de partir a Iquique.