El opositor ruso Alexei Navalni, presentó ayer jueves una apelación contra la sentencia impuesta en su contra que hace efectiva la pena a tres años y medio de prisión por fraude, y que fue suspendida por la Justicia hace seis años.

La portavoz del Tribunal Simonovski de Moscú, Kristina Shvadchenko, ha confirmado en declaraciones a la agencia Sputnik que su recurso “ha sido registrado”, mientras que la abogada Olga Mijailova ha indicado que la vista de la apelación tendrá lugar el 20 de febrero a las 10.00 ante el Tribunal de la Ciudad de Moscú.

Si bien a la pena se abonarán los 10 meses que ya pasó bajo arresto domiciliario, el opositor se enfrenta a dos años y ocho meses de prisión si el recurso no prospera.

Navalni fue condenado nuevamente a tres años y medio de prisión por haber violado la libertad condicional en el marco de un caso de fraude que se remonta a 2014 y que ha suscitado numerosas protestas en Rusia.

El opositor no pudo acudir al juzgado cuando se le requería dado que se encontraba en coma en Alemania recibiendo tratamiento tras ser envenenado con un agente nervioso que lo llevó a permanecer meses hospitalizado a miles de kilómetros de suelo ruso.

La Unión Europea ha condenado la decisión judicial y la ha descrito como “inadmisible”, políticamente motivada y contraria a las obligaciones asumidas por Rusia en el marco del Derecho Internacional.

A su vez, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha indicado que la reacción internacional ante el arresto no es más que un ejercicio en cadena para desviar la atención de la profunda crisis en la que se encuentra el modelo liberal.

Por su parte, el disidente ruso ha comparecido este mismo jueves ante un tribunal por difamar e insultar presuntamente a un veterano de la Segunda Guerra Mundial.

Según informaciones de la agencia de noticias DPA, Navalni se ha dirigido directamente a la jueza y la ha acusado de “haber sido elegida para llevar su caso porque es la jueza con menos escrúpulos del mundo”.

En este sentido, le ha pedido que vuelva “a la escuela” para que trabaje “de forma más acorde con las leyes rusas”.

El juicio, que comenzó la semana pasada, tuvo que ser suspendido debido a varios problemas de salud del demandante. Durante la jornada de hoy, sin embargo, los presentes han confirmado que el disidente ruso ha acudido al juzgado con actitud “beligerante” y ha acusado a la jueza de “imparcial”.

Navalni fue imputado después de criticar un vídeo difundido a través de la cadena estatal rusa en el que aparecían varios ciudadanos abogando por una reforma constitucional –un cambio que, según los críticos del presidente, Vladimir Putin, daría el control al jefe de Estado sobre el Gobierno del país–.

El opositor difundió en su cuenta de Twitter un fragmento del vídeo en el que llamó a los que aparecían en él “traidores”. Uno de ellos era un veterano de la Segunda Guerra Mundial que ha asegurado, por su parte, que a raíz del documento su salud se ha visto deteriorada, lo que le ha llevado a presentar cargos por difamación.

Navalni negó ya había negado la semana pasada los cargos en su contra e insistió en que estos están “políticamente motivados”. Su abogado ha calificado el juicio como un intento más por silenciar a Navalni, un fuerte crítico de Putin que podría enfrentarse a multas, trabajos comunitarios o incluso una pena de prisión.

Además, ha aseverado que el demandante no se encuentran en sus plenas facultades mentales dada su edad y ha señalado que está siendo utilizado como una “marioneta”.

Varios testigos han indicado, por otra parte, que uno de los testigos que quería declarar a favor de Navalni no ha podido entrar en el juzgado. El propio opositor se ha quejado de que el hombre tuvo que permanecer fuera del edificio a una temperatura de -15ºC “a propósito”.

AgenciaUno/EP