Mapa nutricional detecta profundo impacto de la pandemia en aumento de obesidad
Más de ocho mil establecimientos educacionales participaron en la nueva confección del Mapa Nutricional Junaeb 2020, que establece los perfiles nutricionales de niños, niñas y jóvenes pertenecientes a prekínder, kínder, 1° básico, 5° básico y 1° medio del sistema público.
Dada las dificultades de la pandemia, suspensión de clases y aprendizaje remoto, en esta ocasión las propias familias tuvieron un rol fundamental en la medición, levantamiento y entrega de los datos, que detectaron variaciones preocupantes en cuanto a la nutrición de los escolares.
El informe anual arrojó que más de la mitad de los estudiantes evaluados presenta sobrepeso u obesidad y, dentro de este grupo, la obesidad severa tiene una prevalencia de 7,6%.
La situación nutricional de los escolares, especialmente de los tres primeros niveles de la educación inicial y básica, se ha visto deteriorada, con un incremento importante de la obesidad total. En prekínder, la obesidad total alcanza un 28,6%, en kínder, un 29,5% y en primero básico un 27,9%.
En esos tres primeros cursos, 4 de cada 10 niños con obesidad tienen obesidad severa. Y en todos los cursos, las niñas tienen menor prevalencia de obesidad total que los niños, lo que se puede deber a que, en esta etapa, las niñas ya comenzaron la pubertad y su crecimiento acelerado; no así los niños, donde más de 1 de cada 3 presenta algún tipo de obesidad (35%); cifra que, junto con una prevalencia de peso normal de apenas el 26,8%, son muy preocupantes.
En un año afectado por la pandemia, también se detectó un impacto en la desnutrición de algunos alumnos, principalmente de la población más vulnerable y del norte del país.
El mejor resultado lo tuvieron los 1° medio, que disminuyeron la obesidad, lo que puede tener relación con que tengan mayor autonomía en cuanto a sus hábitos alimentarios y de actividad física.
El director nacional de la Junaeb, Jaime Tohá, comentó que “vemos una relación muy directa entre vulnerabilidad y obesidad, lo que significa un complejo círculo vicioso pues puede generar consecuencias a la salud, educación, autoestima e ingresos de esas familias en el mediano y largo plazo. Esto refuerza aún más la necesidad de que en tiempos de crisis, como Estado debemos estar más presente que nunca”.
Por eso, “estamos trabajando en una batería de medidas urgentes que buscan impactar positivamente en la nutrición de nuestros escolares, como por ejemplo, la disminución del consumo de pan y aumento de fruta y huevos al desayuno a partir de este año en el Programa de Alimentación Escolar, además de continuar incorporando mayores estándares de calidad en los menú a través de platos más atractivos, con mayor frecuencia de productos del mar, productos integrales y legumbres”, enfatizó.
Para la secretaria ejecutiva de Elige Vivir Sano, Daniela Godoy, “la pandemia ha tenido efectos en distintos ámbitos de nuestras vidas y también ha impactado a los niños, niñas y adolescentes, quienes han disminuido sus posibilidades de tener espacio para hacer deporte o hacer actividad física, por ejemplo. Además, por lo que hemos visto en la Radiografía de la Alimentación, del Observatorio Elige Vivir Sano, y otros estudios, las familias han cambiado sus hábitos de alimentación y en algunos casos se ha aumentado el consumo de alimentos ultraprocesados o que no son tan saludables y las porciones de las comidas”.
Godoy agregó que “desde antes de conocer estos resultados, nosotros estábamos trabajando en una estrategia para detener el aumento de la obesidad de niños, niñas y adolescentes al 2030 y aunque la pandemia nos ha puesto más desafíos, seguiremos trabajando con más fuerza para lograr la meta porque en estos momentos es más importante que nunca potenciar los entornos más saludables para niños y niñas. Por eso, tenemos al menos 12 iniciativas que se desarrollan en la escuela, la comunidad y con la familia, basados en tres pilares: alimentación saludable, actividad física y bienestar”.
El Mapa Nutricional de Junaeb 2020 detectó que nuevamente las comunas del Gran Santiago más vulnerables son las que presentan las mayores prevalencias de obesidad. Los estudiantes del 1er quintil del Gran Santiago (IVE Comunal) tienen un 44% más de probabilidades de tener obesidad que estudiantes de comunas del 5to quintil (6pp más que en 2019) y los estudiantes del 5to quintil del IVE Comunal tienen un 22% más de probabilidades de tener peso normal que los estudiantes de comunas del 1er quintil (6pp menos que el año 2019).
Otro punto importante que se observa en este informe es que, si bien las regiones australes históricamente predominaban como las de mayores prevalencias de obesidad, en 2020 aparecen fuertemente regiones más del centro-sur, como la Araucanía, Maule, Ñuble y Biobío.