El movimiento feminista ha puesto en el debate que la desigualdad de género se trata de asimetrías de poder en diferentes esferas, una de ellas la política. Las mujeres representan la mitad de la población mundial, pero su representación en los espacios políticos dista mucho de ser igualitaria.

Yasna Provoste lo tiene claro, y envió un mensaje de cambio a su electorado llegando al primer debate presidencial flanqueada de dos mujeres, Claudia Pizarro y Gianina Figueroa, que además de ser lideresas, no pertenecen a las élites ni políticas ni económicas, lo que concitó el interés de analistas.

“Ella es bastante hábil con quien se acompaña, porque viene con una alcaldesa, viene con una líder, una figura bastante importante…también con otra líder mujer de las Pymes”, comentó la politóloga Pamela Burgos.

En la misma línea, agregó que “yo creo que lo que se está jugando en este ciclo político es realmente si vamos a tener cambios importantes en términos de una redistribución del poder político o si solamente van a ser cambios pequeños de la élites y creo que este tipo de liderazgo de mujeres de sectores más populares, de pueblos originarios es muy rupturista a lo que habíamos estado acostumbrados a ver como la élite política”.

La alcaldesa de la Pintana, Claudia Pizarro, ha sido catalogada como un símbolo de la lucha contra el narcotráfico, siendo amenaza de muerte por esto, obligándola a trabajar con escolta policial y también ha denunciado públicamente el abandono histórico del Estado.

Como vocera de la candidata presidencial, señaló a Fresia Soltof en la previa del debate que Provoste “es la única candidata mujer, es una persona de regiones, diaguita, es un persona que no nació en cuna de oro, es una persona que fue a un colegio con número al igual que yo, al igual que muchos chilenos, yo estoy aquí como alcaldesa de la comuna de la Pintana, soy Pintanina, soy de una comuna que le ha costado mucho y creo que es un ejemplo, también un referente para muchas otras comunas y creo que ese el sentido hoy día que también podemos tomar como ejemplo”.

Otra de las voceras que acompañó a la candidata presidencial fue Gianina Figueroa, profesora de la Universidad de Playa Ancha y presidenta de la Unión Nacional de Pymes y Trabajadores por Cuenta Propia o Autónomos de Chile, UNAPYME.

Fue una de las voces públicas que exigió justicia tras salir a luz pública el “cartel del confort”, apuntando a la responsabilidad de los supermercados, por lo que recibió amenazas, también durante el estallido y la pandemia ha sido el rostro de la Pyme denunciando públicamente el abandono del Gobierno a este gravitante sector de la economía.

Consultada por Agencia Uno, señaló que su identificación con la candidata obedecía a clase y género “en su historia de esfuerzo y lucha reconozco mi propia historia”, agregando que “ella siempre le ha abierto las puertas al diálogo a las organizaciones sociales, no solo en la construcción de su programa, sino a lo largo de su gestión como parlamentaria”.

Anteriormente habían salido en los medios las mujeres que encabezan el programa de género de la candidata Provoste, con un perfil similar, rostros frescos que no pertenecen a las élites.

Por un lado, la politóloga Javiera Arce, una de las autoras de la fórmula de paridad aplicada a la Convención Constitucional y Vania Figueroa, Neurocientífica vicepresidenta de la Red de Investigadoras, organización impulsora de la Ley que previene y sanciona el acoso sexual, la discriminación y la violencia de género en Educación Superior, recientemente promulgada y patrocinada por la candidata en su calidad de senadora.

Ambas activistas feministas entrevistadas por The Clinic señalaron que su identificación con la candidata presidencial era por “clase y género”.