La presidenta de la Comisión de Familia, la diputada del PPD, Patricia Rubio, en conjunto con el diputado PC, Rubén Moraga, oficiaron a la ministra de Desarrollo Social, Karla Rubilar; a la ministra de la Mujer, Mónica Zalaquett; y a la Defensora de la Niñez, Patricia Muñoz, a fin de que se hagan parte y tomen las medidas que correspondan, con el objeto de instalar la debida protección de niños, niñas y adolescentes migrantes que hayan sido vulnerados en el norte del país.

“Ante la grave crisis humanitaria que enfrenta el país y que hemos podido observar en la acción policíaca desproporcionada contra hombres y mujeres en Iquique, pero principalmente en contra de niños, niñas, adolescentes y mujeres embarazadas, los que fueron desplazados, desalojados y golpeados, sin contar posteriormente, por parte de las instituciones gubernamentales competentes, del debido respaldo o al menos en un albergue que les permitiera sobrellevar su compleja situación”, se señala en los escritos.

En los oficios enviados se releva además, “la gravedad en la demora, por parte de la autoridad migratoria, de resolver su condición dentro del país de manera ágil, y que nos enfrenta a la administración política con la visión xenofóbica que realiza el actual gobierno en materia de migraciones, promoviendo expulsiones y permitiendo marchas que terminan en quemas de los pocos enceres que tenían estas personas”.

La diputada Rubio indicó que “sin duda la crisis migratoria ha golpeado fuertemente a las regiones del norte de nuestro país, y también al resto de Chile como la mía que es la Región e Ñuble. Como Presidenta de la Comisión de Familia no vamos a permitir que niños, niñas, y mujeres embarazadas estén sufriendo vejámenes por el solo hecho de ser migrantes. Hacemos un llamado al Estado de Chile, a hacerse cargo, este es un tema humanitario, de derechos humanos. Es por ello que hemos oficiado a las ministras y a la Defensora de la Niñez”.

Por su parte, el diputado Rubén Moraga, junto con condenar la ausencia de una política migratoria por parte del gobierno de Sebastián Piñera, rechazó la violencia y xenofobia impulsada por grupos fascistas y de extrema derecha contra los y las migrantes, indicando que “estos hechos de violencia no pueden pasar desapercibidos y es necesario que se juzgue y castigue a los responsables de estas vergonzosas acciones”.