Inauguran obras de control aluvional para proteger a la población en Antofagasta
El subsecretario de Obras Públicas, Cristóbal Leturia, encabezó la inauguración de dos nuevas obras de control aluvional en las quebradas El Huáscar y El Toro de la ciudad Antofagasta. Con estos megaproyectos se alcanza un total de 10 quebradas en la comuna y 21 a nivel regional, protegidas con estas infraestructuras de mitigación y protección de la población ante el riesgo de la ocurrencia de aluviones, como el acontecido en el año 1991.
“Antofagasta es una ciudad con riesgo aluvional constante. Ya tenemos la experiencia fatídica de hace un poquito más de 30 años con el aluvión de Antofagasta del año 91 y a raíz de ese momento, se han ido construyendo en diferentes quebradas de la ciudad estas obras aluvionales. Durante este gobierno se ha hecho una gran inversión en la mayoría de las quebradas de la ciudad con tal de poder estar preparados frente a la posibilidad de que ocurra un aluvión. La verdad es que la duda no es si el aluvión va a suceder o no va a suceder, sino cuándo lo hará. Por eso, el hecho de poder estar haciendo estas obras hace que cuando exista un deslizamiento de material éste será contenido por estas obras”, informó el subsecretario de Obras Públicas, Cristóbal Leturia, sobre las nuevas obras que representaron una inversión total de $10.700 millones.
“Esto nos da una tranquilidad y también un orgullo de ver como en el trascurso de estos años la ciudad de Antofagasta está protegida y preparada para que sus habitantes puedan dormir mucho más tranquilos gracias a estas obras”, agregó la autoridad del MOP.
Ya han pasado 30 años desde la fatídica fecha y la Dirección Regional de Obras Hidráulicas (DOH) del MOP lleva ejecutado en la ciudad de Antofagasta 148 barreras y pozas retenedoras, 382 muros estabilizadores de pendiente y 937 metros lineales de canales de hormigón, en las quebradas: Salar del Carmen, La Cadena, El Ancla, Baquedano, Farellones, Uribe, Riquelme, Jardines del Sur, el Toro y El Huáscar. También se han construido obras de este y otro tipo para enfrentar el cambio climático en las ciudades de Taltal, Tocopilla, Calama, San Pedro de Atacama y Toconao.
Las obras de control aluvional de El Huáscar se ejecutaron en un solo contrato que bordeó los $3.000 millones de inversión provenientes íntegramente del MOP e intervino las zonas bajas y altas del cauce principal y el afluente sur de la quebrada, con 38 muros estabilizadores de pendientes de distintas alturas y un pozo decantador que permitirán reducir la velocidad del torrente y controlar el caudal a medida que avanza hacia la parte baja.
En tanto, las obras de quebrada El Toro consideraron tres contratos con un total de inversión que superó los $7.700 millones F.N.D.R. y sectoriales, los cuales intervinieron los afluentes norte, sur y el cauce principal de la cuenca, con 29 muros gravitacionales y 20 barreras y pozas decantadoras, alcanzando una capacidad de retención de 82.134 metros cúbicos de material destructivo.
El delegado presidencial regional, Daniel Agusto, destacó en relación a la inauguración de las nuevas obras que “una de las grandes lecciones que nos dejó la tragedia del año 91 respecto a los aluviones, es que la situación climática se ha ido modificando, el calentamiento global está generando un cambio rotundo en todos los climas del mundo y nuestra región y país no son la excepción. Es por eso que se hace muy necesario que sigamos generando prevención, a través de esta inversión de obras de control aluvional para proteger a nuestra gente ante una situación de fuertes lluvias, que debemos saber enfrentar con nuestros equipos técnicos e infraestructura de alto estándar”.
Al respecto, Guillermo Madrid, vecino del sector El Huáscar de Antofagasta, dijo: “Hace más de 30 años que vivo aquí. Vine cuando comenzó esto y no me imaginé nunca que iba a ser un trabajo tan rápido y tan bien hecho, por eso quiero darle las gracias al gobierno, al Ministerio de Obras Públicas y al subsecretario, porque que se han preocupado de nosotros y por esto que nos va a dar tranquilidad”.
Durante la actividad, las autoridades indicaron que estos dos tipos de infraestructuras ojalá nunca deban utilizarse y en el caso de activarse posibles flujos aluvionales, cumplirán la labor clave de mitigar los efectos destructivos y así mejorar la condición de habitabilidad de la ciudadanía.