Cámara apoya legislar para sancionar retiro del preservativo sin consentimiento
Por 81 votos a favor, 3 en contra y 39 abstenciones, la Sala de la Cámara respaldó en general el proyecto que sanciona la remoción no consentida del preservativo durante una relación sexual.
La norma penaliza al que, durante el acceso carnal o la ejecución de una acción sexual (tal como se define en el Código Penal) con otra persona, se remueva el preservativo sin el consentimiento de esta última.
La pena asociada a este delito, conocido como stealthing, será de presidio menor en su grado mínimo. Esto es, desde los 61 a 540 días.
La iniciativa volverá a ser analizada por la Comisión de Mujeres por ser objeto de una indicación.
El proyecto fue informado en la Sala por la diputada Camila Rojas (Comunes), coautora de la moción. En la exposición destacó el riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual o embarazos no deseados por parte de quienes son víctimas de esta práctica.
Junto a la diputada Maite Orsini (RD), relevaron el daño psicológico que produce la acción. Si bien no es violación, sí constituye una forma de agresión de la autonomía sexual. Además, destacaron que esto también puede afectar a hombres en una relación homosexual.
De igual modo, manifestó su respaldo a la norma la diputada Érika Olivera (IND), quien también suscribió el proyecto. Señaló que el stealthing, es un manifiesto de menosprecio de los derechos de la mujer, sexuales y reproductivos. Junto a esto, demandó mayores programas de educación sexual, de responsabilidad afectiva y sexual y de derechos reproductivos.
Por otro lado, la diputada Ximena Ossandón (RN) presentó inquietudes frente a la iniciativa. En su intervención comparó esta situación a cuando las mujeres le ocultan a su pareja que no han tomado anticonceptivos.
Además, señaló que no existirían antecedentes de cómo ha cambiado la conducta en los países con legislaciones similares. Junto a esto, alertó sobre las dificultades probatorias de este nuevo delito.
El diputado Cristóbal Urruticoechea (PREP) compartió esta posición, sobre todo en la dificultad de probar el delito. Agregó también que el proyecto incuba la ideología del feminismo “y con eso ya pierde absolutamente todo sentido”.