El Ministerio de Salud de Reino Unido ha confirmado este martes 94.326 nuevos contagios de COVID-19, frente a los 88.400 de la jornada anterior, una cifra ligeramente superior al balance del lunes que llega en la víspera de que Inglaterra levante las restricciones impuestas para frenar la expansión de la variante ómicron del SARS-CoV-2.

Además, otras 439 personas han fallecido a causa de la enfermedad. Con estas cifras, los totales en Reino Unido se han elevado hasta los 16.047.716 contagios y las 154.356 muertes desde que comenzó la pandemia, según cifras oficiales.

Las autoridades inglesas levantarán las restricciones para contener ómicron –vuelta del teletrabajo, uso obligatorio de mascarilla y la necesidad de presentar el certificado de vacunación contra el COVID-19 para acceder a ciertas instalaciones– este miércoles. Mientras que Escocia o Irlanda del Norte también han levantado algunas de las limitaciones impuestas.

En este sentido, la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, ha informado que las autoridades prevén relajar las recomendaciones referentes al teletrabajo desde el lunes, lo que posibilitará una vuelta al trabajo presencial gradual.

Sturgeon, que ha remarcado que los datos muestran que la pandemia se estabiliza en Escocia, ha explicado que, desde el lunes, los empleadores podrán considerar implementar un sistema híbrido de trabajo, con los empleados repartiéndose el tiempo entre las oficinas y sus domicilios, según ha recogido la BBC.

No obstante, ha señalado que no espera ver “un vuelta masiva a las oficinas” desde el lunes y ha alertado de que un escenario así “probablemente sería contraproducente” y podría dar al traste con lo avanzado hasta ahora.

El Ejecutivo de Boris Johnson ha fiado el desarrollo de la situación de la pandemia en el país al plan de vacunación contra el COVID-19. Hasta este martes, el 83,9 por ciento de la población británica cuenta con el esquema completo de inmunización, mientras que el 64,3 por ciento ya se ha puesto la tercera dosis.

AgenciaUno/EP