Una segunda versión del índice de irregularidad fue entregada hoy por el Servicio Nacional de Migraciones, cifra que se consolidó en el marco de la mesa de trabajo de irregularidad que se realiza junto a municipalidades, Policía de Investigaciones, sociedad civil, organizaciones internacionales y el mundo académico.

El estudio que se realiza íntegramente por el Servicio Nacional de Migraciones, en forma trimestral arroja información de ciudadano/as que ingresan de forma irregular al país, lo que se genera por el ingreso por pasos no habilitados y por la sobreestadía, que son los casos de extranjeros que llegan como turistas y terminan su periodo de visa.

Para el cuarto trimestre del año 2021, de octubre a diciembre, la irregularidad aumentó a 47.066 extranjeros, ya sea por ingreso clandestino y por sobre estadía.

Así lo explicó Álvaro Bellolio, Director Nacional del Servicio Nacional de Migraciones: “vemos como la irregularidad aumenta con la apertura de fronteras, las señales que se han dado sobre que no existan sanciones para quien ingresa de forma clandestina, y la recuperación de oferta laboral tanto formal como informal. Se espera que la nueva ley ayude a gestionar de mejor forma la irregularidad, pero va a depender de cómo las nuevas autoridades utilicen las herramientas disponibles, como la reconducción, expulsiones y señales claras que a Chile se debe entrar con visa y RUT y no con perdonazos e ignorando el riesgo del ingreso clandestino”.

Este análisis se realiza de forma trimestral, y analiza desde el año 2015 a la fecha, en donde se puede observar una tendencia a la baja, y que la irregularidad tiene una estacionalidad clara en el último trimestre de cada año.

También se puede observar que la irregularidad entre fines del año 2016 e inicios del 2018 son muy altos, lo que es consistente con la explosión demográfica que ocurrió en nuestro país. En promedio, entre el año 2015 y el último trimestre, la irregularidad migratoria creció en promedio 16.399 extranjeros por trimestre.

Es importante recalcar que aquellas personas que ingresan clandestinamente ponen en riesgo su vida e integridad física, están expuestos a abusos y estafas, además de permanecer en una precariedad permanente. Tienen además mayores dificultades para insertarse en el país al no tener cédula de identidad y no tener permiso de trabajo, sufren potenciales abusos en materia laboral y en arriendos abusivos, generando problemas de cohesión con los nacionales, ya que al no estar en los registros de residente y sin cédula de identidad, el acceso a servicios en los municipios y el uso de espacios y arriendos genera roces con la población local.