El primer ministro de Israel, Naftali Bennett, ha afirmado este viernes que el país “superará” la “oleada de ataques terroristas” y ha recalcado que las autoridades “trabajan para lograrlo lo más rápidamente posible”.

“Israel está experimentando una serie de graves ataques terroristas”, ha dicho en una serie de mensajes en la red social Twitter. “Israel ha experimentado oleadas de ataques terroristas, como durante la Segunda Intifada, que duraron varios años, o la oleada de acuchillamientos en 2016, cuando 47 israelíes fueron asesinados”, ha agregado.

“Esta vez también la superaremos”, ha recalcado Bennett, quien ha destacado que las autoridades “han llevado a cabo una serie de acciones contra los que apoyaron previamente a Estado Islámico o son miembros activos del grupo, y también contra miembros de otras organizaciones”.

Así, ha hecho hincapié en que han sido desplegados militares y policías “en todo el país” y se ha aprobado un fondo presupuestario para crear la Brigada Fronteriza, mientras que se avanza para “acelerar las acciones en la incautación de armas ilegales entre la sociedad árabe”.

“Los ciudadanos árabes de Israel, en su mayoría, piden al país que incaute estas armas”, ha argumentado, al tiempo que ha pedido colaboración ciudadana para hacer frente a la inseguridad. “Hermanos y hermanas, nuestros enemigos han intentado durante años rompernos a través del terrorismo. No tendrán éxito. No nos moveremos de aquí, cueste lo que cueste”, ha zanjado.

Por otra parte, el Gobierno de Israel ha llamado a filas este viernes a 300 reservistas de la Policía Fronteriza tras los ataques perpetrados en el país durante los últimos días y ante el repunte de las tensiones en Cisjordania.

El ministro de Defensa israelí, Benjamin Gantz, ha indicado que un total de tres compañías de reservistas de la Policía paramilitar serán movilizadas, sumándose al refuerzo de cerca de mil militares anunciado recientemente, según ha informado el diario ‘The Times of Israel’.

El propio Bennett afirmó a última hora del martes que el país “hace frente a una oleada de terrorismo árabe” después de un ataque armado en Bnei Brak que dejó al menos cinco muertos.

El ataque tuvo lugar tras la muerte de cuatro personas el 22 de marzo en un atropello intencionado y posterior ataque con arma blanca en la ciudad de Bersheeba (sur) y la muerte de dos policías tras ser tiroteados el domingo en Hadera. Estos ataques fueron reclamados por Estado Islámico.

Asimismo, durante la jornada del jueves murieron dos palestinos en una operación de seguridad en la ciudad cisjordana de Yenín (norte), mientras que un israelí resultó herido tras ser apuñalado en un autobús cerca de un asentamiento en Cisjordania, suceso que se saldó con la muerte del atacante.

Posteriormente, el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) amenazó con “incrementar” la “resistencia” ante las fuerzas de seguridad de Israel, mientras que la Autoridad Palestina acusó al Gobierno israelí de “incrementar las tensiones de forma deliberada”.

AgenciaUno/EP