Orrego asumió como gobernador de la RM con juramento ciudadano
Desde la explanada Caupolicán del Cerro Huelén (Santa Lucía), y con la ciudad de Santiago de fondo, esta mañana asumió Claudio Orrego como gobernador de la Región Metropolitana.
La primera autoridad regional electa por votación popular realizó un juramento ciudadano en el lugar, acompañado de distintas personalidades del quehacer nacional.
Más temprano, juró en el cargo ante el Consejo Regional extraordinario, en dependencias del Gobierno Regional, edificio al que llegó en bicicleta.
Orrego afirmó que “es un honor poder servir a nuestra ciudad, y ser el primer gobernador electo de Santiago y de la República. La pega es infinita”.
“En el discurso delinee algunos de los desafíos que tenemos en el corto plazo: un plan para la reactivación económica y el empleo; construir un plan integral de seguridad y prevención del delito en la Región Metropolitana; e impulsar un plan ambiental y declarar la emergencia climática en la RM, además de temas que van desde hacer un aporte como Gobierno Regional al tema de la salud mental -posiblemente la dimensión más invisibilizada de esta pandemia- o el acceso a Internet, que dejó de ser un lujo para los chilenos y hoy es una demanda social básica”, expresó.
“Hoy nos reunimos en un día transcendente en la historia de nuestro país y de nuestra Región. Por primera vez son los ciudadanos los que eligen a la máxima autoridad de sus territorios. Luego de múltiples intentos y muchos discursos, Chile inicia un camino largo, difícil y apasionante para descentralizar el poder acercándolo a la gente.”, agregó
Asimismo, aseguró que “para mí es un honor ser el primer gobernador elegido en la capital de nuestra República. Asumo esta tarea con humildad, con entusiasmo, pero sobretodo con un profundo sentido de responsabilidad con la gente, especialmente los más pobres”.
“Lo hacemos mirando nuestra maravillosa y por ratos inaccesible cordillera de Los Andes. Lo hacemos en un espacio público de calidad, seguro, lleno de vegetación y arte, como el que nos gustaría que tuvieran todas las comunas de nuestra región. Y lo hacemos en un lugar que hace 149 años era sólo un peñón de roca, y que la visión y el trabajo duro de quienes nos antecedieron transformaron en lo que es ahora”, complementó.
En la misma línea, sostuvo que “asumimos en tiempos de crisis y esperanza. La crisis del modelo de desarrollo que no ha sido capaz de proteger el medio ambiente y construir una sociedad donde todos y todas se sientan tratados con dignidad y justicia. La crisis de confianza en todas nuestras instituciones, pero especialmente en las políticas”.
“Muchos ya no creen que la política sea un medio noble de transformación y justicia social y territorial, sino más bien lo ven como un espacio de ambición personal y corrupción. Y por cierto, también una crisis profunda de convivencia, con niveles altos de violencia, de descalificación, de poco espíritu cívico y falta de disposición al diálogo entre quienes pensamos distintos”, continuó.
Pese a lo anterior, enfatizó que “soy de los que creo que hay razones para la esperanza. La inauguración del proceso de redacción de una nueva constitución, por primera vez en nuestra historia y la del mundo a través de una convención paritaria y con los pueblos originarios, representa un camino político pacífico para encauzar la masiva demanda por más justicia y dignidad”.
“Soy de los que cree que si todos contribuimos, de este esfuerzo puede surgir un nuevo Pacto Social y Político que entregue a Chile décadas de Paz Social, estabilidad democrática y mayor felicidad y bienestar para su gente. Esta misma elección de gobernadores regionales representa también una esperanza de que podamos construir un país donde las decisiones se tomen más cerca y con participación de la gente, y no sólo en los ministerios y el Parlamento”, indicó.
Luego, detalló los cinco grandes desafíos que tendrá su administración y cómo avanzar en ellos: 1.- Construir una visión compartida de la Región/Ciudad que queremos ser; 2.- Crear un nuevo sistema de gobernanza moderno y participativo junto a una nueva institucionalidad de gobierno de Región y Ciudad; 3.- La gente primero: COVID, empleo y Justicia territorial y ambiental; 4.- La inclusión para abordar las distintos grupos de discriminados, y 5.- una nueva forma de gobernar: alianzas, empatía y escucha.
El nuevo gobernador destacó que “nuestro principal desafío, al final, es mucho más que cumplir un programa, construir obras o ejecutar un presupuesto. Se trata nada menos que de ser instrumentos de justicia y esperanza para quienes han estado demasiado tiempo excluidos y discriminados”.
“Por eso no podemos darnos el lujo de fallar. Tenemos que darlo todo para que cada uno de los habitantes de esta región sea tratados con dignidad y se sienta como ciudadano de primera clase”, recalcó.
Tras la actividad en el Cerro Huelén, Orrego inició una serie de actividades por distintas comunas de la capital. En Estación Central fue a ver el avance del futuro Parque Lo Errázuriz; en San Ramón se reunió con el recién electo alcalde de la comuna, Gustavo Toro, y finalmente inició el trabajo con comunidades en Lo Barnechea para el libre acceso a los cerros precordilleranos.