El presidente de la Asociación de Funcionarios del Senado, Erwin Valencia, deberá enfrentar un juicio oral simplificado por el delito de lesiones en contexto de violencia intrafamiliar (VIF).

Ello, luego que ayer el funcionario del Congreso no aceptara responsabilidad en los hechos leídos en la acusación en su contra, por lo que el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago programó la audiencia preparatoria de juicio para el próximo 29 de septiembre, instancia en la que la fiscalía y la defensa presentarán sus pruebas.

De acuerdo la investigación penal que encabezó la fiscal de Las Condes, Caterina Pontarelli, el día 5 de diciembre de 2019, a las 23 horas, Valencia –cuya defensa fue asumida por el abogado Ramón Sánchez- golpeó en el rostro a su ex conviviente tras sostener una discusión mientras se trasladaban en su vehículo.

“A consecuencia de la agresión, la víctima resultó con lesiones consistentes en contusión nasal por terceros, mínimo engrosamiento del seno maxilar izquierdo, lesiones de carácter leve según informe del Servicio Médico legal”, detalló la fiscalía en su requerimiento.

“A juicio de esta fiscalía, los hechos descritos constituyen el delito consumado de lesiones menos graves en contexto de violencia intrafamiliar, previsto y sancionado en el articulo399 en relación art 494 N° 5, del Código penal, en relación con al artículo 5 de la Ley 20.066, en el que corresponde al requerido participación responsable en calidad de autor ejecutor, por haber intervenido de forma directa en su comisión”, se agrega en el documento.

Por estos hechos, el Ministerio Público solicitó una pena de 300 días de presidio menor en su grado mínimo.

Esta no es la primera vez que Valencia enfrenta a la justicia. El 10 de noviembre de 2020, Valencia fue formalizado por otro episodio de violencia intrafamiliar y en una audiencia realizada el 2 de junio pasado, aceptó la suspensión condicional del procedimiento a cambio de no de acercarse a la víctima, ya sea de forma física, virtual, telefónica, redes sociales o a través de correo electrónico, salvo aquella comunicación necesaria para fines laborales.

También se le ordenó someterse a evaluación y eventual tratamiento de control de impulsos.