El despacho total de la “ley corta” sobre descentralización fue valorada positivamente por el diputado Bernardo Berger. No obstante, lamentó la larga espera que han sufrido históricamente los proyectos de fortalecimiento regional y llamó a “apurar el tranco” con aquellas iniciativas que puedan dar “equilibrio” al desarrollo nacional.

Cabe recordar que esta semana el Congreso dejó en condiciones de convertirse en ley, la iniciativa que resuelve parte de los vacíos y dudas en el traspaso y las competencias entre las figuras del delegado presidencial y los gobernadores regionales, tema que fue motivo de análisis en la comisión de gobierno interior que integra Berger.

“Este proyecto, pese a ser modesto, al menos soluciona aspectos operativos relevantes como la debida coordinación que deberán tener las autoridades y servicios públicos regionales con el respectivo gobernador regional, quien finalmente tendrá algo más de atribuciones para supervigilar a los servicios públicos que dependan o se relacionen con el gobierno regional respectivo”, indicó Berger.

“Más allá de este paso con el despacho de este proyecto, se mantiene pendiente una deuda enorme con las regiones. La larga espera que han vivido los proyectos de descentralización es lamentable porque atenta contra el desarrollo equilibrado del país. Y en ese sentido, yo aprovecho de hacer un llamado a apurar el tranco para descentralizar Chile, pero de verdad”, sentenció Berger

El texto aprobado esta semana señala que las necesidades de la región deberán ser informadas a la autoridad central respectiva por el delegado presidencial en coordinación y en conjunto con el gobernador regional.

También establece que el delegado presidencial regional deberá desempeñar su cargo dialogando con las autoridades locales. Para ello, se plantea que vele siempre por un respeto irrestricto a los planes de desarrollo comunales y regionales.

En cuanto al gobernador regional, la norma acordada señala que sus funciones generales son diseñar, elaborar, aprobar y aplicar las políticas, planes, programas y proyectos de desarrollo de la región en el ámbito de sus competencias.

Ello deberá ajustarse al presupuesto de la Nación, a la estrategia regional de desarrollo y a los instrumentos de planificación comunal. Además, podrá convocar a los directores regionales de servicios públicos o a los secretarios regionales ministeriales para abordar la contribución sectorial.