Este lunes, el candidato presidencial progresista Marco Enríquez-Ominami, retomó sus actividades presenciales tras cumplir siete días de cuarentena preventiva luego de regresar de México, hasta donde viajó para participar de una serie de reuniones con autoridades políticos internacionales, en el marco de la VI Cumbre de la CELAC.

Sin embargo, durante el periodo que debió permanecer aislado, el abanderado del PRO no cesó sus actividades y mantuvo su despliegue, pero de manera virtual.

De esta manera, se conectó a diario para encabezar conferencias de prensa, en las que presentó algunas de sus propuestas de gobierno acompañado de los voceros de su comando, entre ellos Ignacio Bustos, Ricardo Godoy y Catalina Pozo, e incluso lanzó la imagen de su campaña por Zoom, en la que participaron más de 250 militantes progresistas.

Asimismo, sostuvo videollamadas con organizaciones sociales a través de su equipo programático que recorrió diversos sectores de la capital en su representación, para conocer sus demandas sociales, como la campaña contra La Farfana en Colina, donde se instalará una planta de aguas servidas a 15 metros de casas -afectando calidad de vida de cientos de familias-, y se contactó con distintos emprendedores abordar la reactivación económica y la creación de empleos para jóvenes.

También realizó lives desde su cuenta de Facebook para analizar temas como el cuarto retiro del 10% desde el fondo de pensiones y la agenda laboral; compartió a través de historias en Instagram cómo fue su rutina diaria en cuarentena; y participó en matinales y programas de televisión por Skype.

Sobre el formato, Enríquez-Ominami explicó que “es probablemente la más atípica campaña presidencial que conozca Chile y, en nuestro caso, seguramente la más excepcional, donde creemos que tenemos enorme chance de convencer a la mayoría de los chilenos”.

“Es cierto que partimos con un enorme retraso, intentaron impedir –agentes del duopolio- que fuéramos candidatos. Después, algunos canales de televisión impidieron nuestra presencia en un debate, luego nos tocó –como si fuera poco- una cuarentena de siete días que hemos cumplido con rigor”, detalló, enfatizando que “este lunes, para nosotros, recién comienza la campaña presidencial, así que las redes sociales han sido una manera fundamental de tocar el corazón de los chilenos”.

“Hemos estado en casi todas las regiones de Chile a través de las redes sociales, sin parar, durante siete días. Han sido días difíciles porque el encierro nunca es amable, pero aquí vemos cómo vamos creciendo, poco a poco, y convenciendo a una mayoría de chilenos que quieren un cambio radical, pero en paz. El cambio es hoy”, puntualizó el abanderado progresista.