Una reunión con organizaciones que trabajan con migrantes sostuvo hoy el Gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, en dependencias del gobierno regional. El objetivo de la cita fue articular una Mesa de Migración, que se constituya como un espacio de conversación y cooperación entre las instituciones que trabajan en la temática y las instituciones del Estado.

El gobernador Orrego señaló al respecto que “detrás de cada migrante hay un ser humano que tiene sueños, que tiene dolores, que tiene historia y que sueña un futuro. Lo que estamos viviendo en América Latina, y particularmente en Chile, es una crisis de proporciones, y lo único que no podemos hacer es esconder la cabeza en un hoyo. El problema lo tenemos y hay que enfrentarlo”.

En esa línea, criticó la inacción de las autoridades de Gobierno y les llamó a tomar acciones humanitarias urgentes para proteger a quienes vienen llegando, especialmente a los más desprotegidos, como madres con hijos pequeños y menores sin compañía de sus padres. “Si tenemos un Código azul para las situaciones de calle en invierno, tenemos que tener un Código azul para la situación de migrantes en Santiago y en Chile, para que tengan un lugar para dormir los primeros dos o tres días, mientras se les reubica en otro lugar”, señaló la autoridad.

Un segundo punto que mencionó fue la necesidad de desarrollar una política cultural de inclusión. “Los chilenos tenemos que aprender a convivir en la diversidad. Valorar al que tiene una historia y una cultura distinta. A respetar a las personas independiente del color de su piel. Tenemos que desterrar de Chile la xenofobia, la discriminación y el racismo. La manera en que se trata a los migrantes refleja el valor profundo de un país”, dijo.

Finalmente, se refirió al tema de la regularización. Y que, si bien había que tener una política migratoria, muchos de quienes llegan solo quieren trabajar, ganarse la vida dignamente y solventar a sus familias. “Tenemos que buscar la manera de ayudarlos y enterrar el mercado negro de asistencia y regulación que tenemos hoy”, manifestó.

“En esta mesa vamos a trabajar en los próximos meses en una política regional de mediano y largo plazo, en temas como seguridad, salud y educación, pero hoy tenemos una urgencia que hay que enfrentar de manera conjunta. Ya tenemos una red regional de encargados municipales del tema migración, y probablemente en los próximos meses vamos a crear una mesa intersectorial con los ministerios. Y voy a coordinarme también con los otros gobernadores regionales, porque no todos los migrantes pueden venir a Santiago cuando hay lugares donde hay carencia de mano de obra”, dijo Orrego.

En nuestro país hay cerca de un millón y medio de migrantes, de los cuales casi 900 mil están en la Región Metropolitana, un 60% del total. Las comunas del Gran Santiago donde se ubican importantes núcleos de estos son Independencias, Estación Central y Santiago.

Patricia Rojas, presidenta de la Asociación venezolana en Chile, agradeció esta instancia “donde nos hemos sentado muchas organizaciones de la sociedad civil, como la nuestra, con base comunitaria. Nosotros trabajamos con las personas de primera mano y no habíamos tenido la oportunidad de hacer nuestras propuestas al gobierno central, así es que agradecemos esta iniciativa y esperamos poder seguir trabajando en plantear soluciones y trabajar en lo que es la convivencia entre migrantes y refugiados, y la ciudad de acogida, en este caso Santiago y la RM”.