El Ministerio de Sanidad de China ha notificado este viernes casi 90 nuevos casos de COVID-19 –entre contagios locales, importados y asintomáticos–, en el marco de uno de los peores brotes sufridos por el gigante asiático desde que comenzó a aplicar con éxito su estrategia de erradicación total del coronavirus.

En concreto, las autoridades han notificado 64 nuevos casos sintomáticos, de los cuales 48 corresponden a contagios locales y 16 a importados. Diecinueve de los nuevos positivos corresponden a Mongolia Interior, mientras que las regiones de Gansu y Heilongjiang han registrado, doce y nueve, respectivamente, según la prensa oficial.

El brote, asociado a un grupo de turistas y que hasta el jueves ya se había extendido a 14 provincias, ha derivado en nuevas restricciones en algunas de las zonas afectadas. Las autoridades han ordenado el confinamiento del del condado de Ejin, en Mongolia Interior, y de las ciudades de Lanzhou, situada en Gansu, y de Heihe, en Heilongjiang.

También preocupa la evolución del coronavirus en Pekín, donde este viernes se han notificado dos nuevos casos. La Policía ha abierto una investigación para determinar si una pareja que mantuvo contactos sociales a pesar de presentar fiebre incurrió en algún delito.

AgenciaUno/EP