Las autoridades sanitarias de Australia han informado este viernes de que el país ha registrado otros 3.837 casos de COVID-19, una cifra récord desde el inicio de la pandemia que pone el foco principalmente en los estados de Nueva Gales del Sur y Victoria, los más afectados.

El Gobierno, que ha instado a acelerar el proceso de vacunación de cara a la variante ómicron, ha descartado por el momento imponer medidas de confinamiento dado que, según el primer ministro, Scott Morrison, la pandemia se encuentra ahora en “otra fase”.

Por su parte, las autoridades de Nueva Gales del Sur, donde se han registrado en el último día 2.213 nuevos contagios, han alertado de que la cifra de casos diarios podría alcanzar los 25.000 antes de que finalice enero si la tendencia actual se mantiene, según ha informado el diario ‘The Sydney Morning Herald’.

Los casos registrados recientemente están relacionados, principalmente, con brotes en pubs y clubes nocturnos, así como conciertos. Morrison ha destacado así que la variante ómicron parece menos grave que otras variantes constatadas con anterioridad.

El estado de Victoria, por su parte, ha notificado otros 1.510 contagios desde el jueves, según datos del Gobierno. Por contra, el estado de Australia Occidental no ha registrado nuevos contagios y cuenta con una tasa de vacunación del 81 por ciento aproximadamente.

El ministro principal de Australia Meridional, Steven Marshall, ha pedido a la población “no preocuparse” por la situación epidémica tras sumar 64 contagios en el último día y ha confirmado que las medidas de restricción se retirarán el 28 de diciembre, tal y como estaba previsto. Desde que comenzó la pandemia se han registrado más de 243.000 contagios y 2.134 muertos.

AgenciaUno/EP