Las autoridades sanitarias de Australia han registrado 64.700 nuevos contagios de COVID-19, una cifra sin precedentes en la pandemia, mientras que los ingresos hospitalarios continúan incrementándose.

Las autoridades sanitarias australianas creen que los casos continuarán subiendo en las próximas semanas y que podrían comenzar a disminuir en febrero.

Mientras, las hospitalizaciones a causa del COVID-19 aumentan en varias partes de Australia, pero las autoridades consideran que la mayoría de los pacientes internados en unidades de cuidados intensivos se han infectado con la variante delta. Actualmente, más de 3.000 personas están ingresadas en el país con la enfermedad.

El primer ministro de Australia, Scott Morrison, ha asegurado que el país “capeará la ola” de ómicron, al tiempo que ha anunciado que se ofrecerá a unos 6,6 millones de australianos diez test de antígenos gratuitas durante tres meses, ha informado el diario ‘The Sidney Morning Herald’.

Desde que comenzó la pandemia, Austria ha notificado unos 550.000 contagios de COVID-19, con más de 2.200 fallecidos a causa de la enfermedad.

AgenciaUno/EP