El ministro del Trabajo y Previsión Social, Patricio Melero, valoró la aprobación en particular del proyecto de ley que crea la Pensión Garantizada Universal (PGU), en la sesión de la Comisión de Trabajo del Senado realizada hoy. Ahora la iniciativa del Ejecutivo será analizada por la Comisión de Hacienda de la Cámara Alta.

“El despacho del proyecto de la Pensión Garantizada Universal desde la Comisión de Trabajo del Senado, es un avance muy relevante que nos acerca concretamente a la posibilidad de que esto sea promulgado en enero y se empiece a pagar en febrero. Solo resta que lo vea ahora la Comisión de Hacienda y podamos, entonces, en sesiones del lunes y el miércoles de la próxima semana en el Senado y la Cámara de Diputados la votación en general”, destacó el secretario de Estado.

Agregó que “esta es la más clara demostración que cuando una buena idea, como es la de crear por primera vez en Chile una Pensión Garantizada Universal, se dialoga y se debate con altura de miras, se buscan acuerdos y se mejora el proyecto, entonces podemos hacer realidad que los pensionados chilenos tengan una buena noticia a partir de febrero”.

Entre los puntos destacados por el secretario de Estado está la ampliación del 60 al 80% de los beneficiarios del Aporte Previsional Solidario de Invalidez, que fue una de las indicaciones consensuadas entre el Ejecutivo y los parlamentarios.

“En la indicación que se aprobó respecto de los potenciales beneficiarios del Aporte Previsional Solidario de Invalidez, al pasar del 60 al 80%, serían 56.431 nuevos favorecidos, lo que representa un incremento del 22% respecto a la actual cobertura y alcanza a 259 mil. También resaltar que esto un aporte importante de recursos adicionales, tal como lo consigna el informe del Consejo Consultivo Previsional”, señaló.

Ahora el proyecto pasa a la Comisión de Hacienda de la Cámara Alta, que en paralelo sigue tramitando el que reduce o elimina exenciones tributarias, que servirán para financiar la Pensión Garantizada Universal.

La PGU corresponde a una transferencia mensual, de cargo fiscal y no contributiva, de hasta $185.000 para personas mayores de 65 años y que se encuentren en el 90% de menos recursos, y que cuenten con una pensión base igual o menor a $630.000 mensuales. Para las personas que cuenten con una pensión base superior a los $630.000 y de hasta $1.000.000, el monto del aporte el beneficio irá disminuyendo.