Las autoridades de Rusia han elevado este lunes a cerca de 250.000 el número de refugiados ucranianos que han llegado al país desde la región del Donbás, en el este del país, en medio de la invasión rusa, iniciada el 24 de febrero por orden del presidente ruso, Vladimir Putin.

Fuentes oficiales citadas por la agencia rusa de noticias TASS han señalado que más de 247.000 personas “han cruzado la frontera de Rusia desde las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk”, cuya independencia fue reconocida por Putin días antes del inicio de la ofensiva.

Así, han resaltado que entre los refugiados hay cerca de 55.000 niños, al tiempo que han recalcado que otras 32.000 personas, entre ellos un número indeterminado de ciudadanos extranjeros, han abandonado Ucrania a través de puestos fronterizos con Rusia y la península de Crimea.

En este sentido, han detallado que un total de 31 regiones del país han recibido ya a refugiados ucranianos de Donetsk y Lugansk, incluidas unas 19.000 personas en 288 instalaciones temporales, si bien ha apuntado que la mayoría se han desplazado a viviendas de familiares o amigos, según TASS.

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) afirmó el viernes que 2,5 millones de personas han huido de Ucrania desde el inicio de la invasión del país. Polonia, con 1,5 millones de refugiados, es el país con más llegadas en estas últimas dos semanas.

Por otra parte, el jefe del Comité de Investigación de Rusia, Alexander Bastrikin, ha ordenado abrir una investigación en torno a una supuesta ejecución de civiles por parte de las fuerzas ucranianas en la autoproclamada república de Lugansk.

“El presidente del Comité de Investigación ha ordenado a los investigadores que recopilen pruebas e identifiquen a todos los implicados para que rindan responsabilidades según las leyes”, ha señalado el servicio de prensa del organismo.

Según las informaciones recogidas por TASS, las milicias separatistas de Lugansk encontraron durante su ofensiva contra Popasnaya un lugar de ejecución de civiles cerca de una vía férrea.

Las autoridades de Lugansk acusaron a las fuerzas ucranianas de usar a los civiles como escudos humanos en su retirada y de matar a los que intentaron huir.

AgenciaUno/EP

FOTO: Europa Press