Por 11 votos en contra y 3 a favor, el Pleno de la Corte Suprema rechazó la solicitud de remoción presentada por el Fiscal Nacional, Jorge Abbott, al persecutor regional de O’Higgins, Emiliano Arias.

Abbott, resolvió aplicar a Arias la sanción disciplinaria de suspensión de funciones por dos meses, con goce de media remuneración, junto con pedir su remoción al máximo tribunal del país, alegando reiteración de conductas alejadas de la normativa institucional y la filtración de información confidencial.

En abril del año pasado el persecutor adjunto de Rancagua, Sergio Moya –hoy también suspendido por otra causa-, acusara una serie de irregularidades por parte de su superior jerárquico.

A finales de septiembre, el suspendido fiscal de O’Higgins fue formalizado en Rancagua por los delitos de violación de secreto y delitos informáticos.

Posteriormente, el 14 de octubre pasado, la abogada representante de la Fiscalía Nacional, Marisol Peña, presentó la solicitud de destitución en contra de Arias, en el contexto de 12 hechos que a juicio del Ministerio Público son causal de remoción.

En diciembre pasado se realizaron las audiencias de revisión de pruebas en este proceso, en donde declararon los testigos de la parte requirente y de la defensa, así como las pruebas ofrecidas por el cuestionado persecutor.

Arias, por su parte, negó todas las acusaciones, presentó sus descargos y aseguró, dentro de otros argumentos, que los persecutores regionales no tienen responsabilidades políticas, y que se le busca expulsar por hechos prescritos o que ni siquiera dieron origen a investigaciones disciplinarias.

Se espera que durante este tarde el fiscal regional se pronuncie sobre la decisión. Penalmente, Arias también está siendo investigado. En septiembre fue formalizado por delito informático y violación de secreto, convirtiéndose en el primer regional en ser objeto de una imputación de cargos.