El Manchester City, cuadro donde milita Claudio Bravo, dio un paso de gigante para jugar los cuartos de final de la Liga de Campeones después de asaltar el estadio Santiago Bernabéu (1-2) en cinco minutos de locura que dejaron sin efecto el gol de Isco y que complican sobremanera la vida del 13 veces campeón de Europa en su competición preferida.

Guardiola volvió a salirse con la suya. Por sexta vez -en nueve partidos- salió vencedor de Chamartín y lo hizo en el tramo final del encuentro con goles de Gabriel Jesus y De Bruyne. El tanto de los blancos -que fueron inferiores a su rival- sólo fue un espejismo que estuvo a punto de endulzar el primer cruce de la eliminatoria.

El resultado obligará al Real Madrid a salir al Etihad Stadium con el cuchillo entre los dientes y todo después de un envite con varias alternativas. El equipo de Zidane estuvo lejos de su partido más brillante y acabó hincando la rodilla ante la evidente falta de gol. En un mes, la Champions en el alambre y el liderato a la basura. Febrero está enterrando todo lo bueno hasta el momento.

El conjunto celeste mandó en la primera mitad con varias acciones de peligro, aunque el plan de los ingleses tardó en cumplirse. El Madrid acaparó más tiros a puerta, más posesión y -sobre todo- más puntería. Impensable ante un equipo dirigido por Guardiola, que pareció tener todo bajo control, incluso con el marcador en contra.

De Bruyne avisó a los 20 minutos en una gran jugada con Gabriel Jesus, pero Cortouis frenó en seco al ariete brasileño y a la media hora llegó la más clara con otro lanzamiento de Mahrez, especialmente certero por el costado de Carvajal. El de Leganés no vivió su mejor noche y alumbró a los ingleses ante la falta de ideas.

Guardiola, con su estilo por bandera, sorprendió por su propuesta en la salida de balón. Hasta en cuatro ocasiones Ederson golpeó sin pudor en busca del hombre más adelantado, una premisa impensable en el ideario del ‘Noi de Santpedor’, pero estuvo a punto de salir bien a la espalda de Ramos y Varane. La profundidad de Bernardo Silva también fue un problema para los de casa.

Sin embargo, no llegaba el gol, tampoco para un Real Madrid que siguió bien ordenado, intentando armar en ataque, pero con Benzema y Vinicius como únicos estiletes. Un remate de Benzema con la cabeza fue la única ocasión del Real Madrid en el acto inicial. Todo lo demás fue para el vigente campeón de la Premier.

El marcador no hacía justicia para los de Guardiola, ni tan siquiera al comienzo de la segunda parte, cuando Mahrez perdonó en dos ocasiones. En la segunda fue mérito de Courtois con una parada de muchos quilates, pero la sensación daba esperanzas a los de Guardiola, aunque -cosas de la Champions- el primer gol del partido fue obra del Real Madrid.

Modric presionó en la salida del balón, Vinicius enfiló el área y regaló el cuero a Isco. El malagueño no tembló y marcó ajustando al palo más alejado. El Bernabéu era felicidad, pero la realidad fue bien distinta minutos después. Incluso con la presencia de Bale sobre el verde, la fiesta no pudo ser como hubieran soñado los de casa.

Primero fue Gabriel Jesus con un remate de cabeza, a pase del recién entrado Sterling, donde Cortouis perdió la estrella de todo el partido y dejó que ese balón besara las redes. Para colmo de los madridistas, el árbitro señaló penalti en una acción de Carvajal sobre el propio Sterling y De Bruyne puso la sentencia desde los once metros.

Todavía quedó la roja a Ramos, excesiva seguramente, pero así terminó el Real Madrid el partido. Con un mal resultado y con la obligación de ganar en Manchester el 17 de marzo si quiere seguir optando al decimocuarto título de campeón de Europa. La temporada se complica y mucho para Zidane y sus muchachos.

AgenciaUno/EP