El puertorriqueño Ozuna encabezará esta noche el cierre de la 61 edición del Festival de la Canción de Viña del Mar, y prometió traer alegrías a los chilenos, en medio de un estallido social que ha influenciado el evento.

Durante una conferencia de prensa, previa a su presentación, el cantante señaló estar muy agradecido con el público chileno por ser uno de los primeros que le abrió las puertas al estrellato, por lo cual ve su regreso con beneplácito.

“Es algo que me disfruto mucho. Se que la gente lo va a disfrutar mucho y va a sentir la energía del gozo”, apuntó.

En las últimas presentaciones, el temido “monstruo” ha cuestionado el corto tiempo que se le ha dado a artistas como Luciano Pereyra o el cuarteto humorístico Fusión Humor. En ese sentido, Ozuna advirtió que quizá no pueda cantar todos los éxitos que el público espera por el corto tiempo del que dispone.

“Son más de 65 canciones, que la gente quiere todas, pero es bien difícil”, apuntó.

No obstante, el artista destacó que esto no será impedimento para “traer alegría a Chile que también la está pasando fuerte”, haciendo alusión a las protestas sociales que se desarrollan en el país desde el 18 de octubre.

“Es tanto cariño, que tengo que devolverle eso con mi música y mi entretenimiento”, agregó.

Finalmente, se refirió al reto que lanzó a sus fanáticos a través de las redes sociales, donde ofrece regalar un par de sus zapatillas a aquel que acierte cuál será la canción con la que iniciará el show. “Es un detalle con cualquier fanático”, explicó.