Bailarinas se las ingenian para seguir a flote en medio de la pandemia
Natalia Dufuur, es actriz y bailarina chilena. Ella, como tantos otros emprendedores, ha tenido que optar por las redes sociales y plataformas web para mantener a flote su academia de burlesque en pleno centro de Santiago, en tiempos de cuarentena (voluntaria u obligatoria).
Como reseña en su blog, Natalia “tiene vasta experiencia en cine, publicidad y teatro”, una trayectoria que complementó con estudios formales en la escuela de teatro Fernando González y en la universidad Mayor de Santiago, donde se graduó como licenciada en artes escénicas.
En la actualidad, la joven tiene su propio estudio de burlesque en pleno barrio Bellas Artes del centro de Santiago, manifiesta haber tenido más de cien alumnas, pero la cifra bajó durante el estallido y, además, se vio bastante afectada por la crisis derivada de la expansión del COVID-19 en el país.
“Yo estoy haciendo cuarentena voluntaria hace más de diez días”, manifestó, dos días antes que se implementara la cuarentena obligatoria en la ciudad.
La bailarina explicó que tomó la decisión de internarse, porque la salud de los habitantes, y de sus alumnas, es “una de las cosas que más me preocupa en este momento”. Sin embargo, esto le ha costado algunos sacrificios.
“A raíz de eso tuve que tomar decisiones. Tuve que dejar mi departamento, me vengo a vivir al estudio para no perderlo. Eso sería lo último que podría pasar. Y me estoy jugando la vida por tratar de mantener que esta escuela siga vigente y no perder este espacio”, afirmó.
Como alternativa a la crisis, Natalia decidió implementar clases a través de las redes sociales, no sólo para seguir sustentando su emprendimiento, sino también como una opción para ayudar en la preservación de la salud mental de las personas.
“Creo que es demasiado importante que existan instancias donde la gente pueda relajarse, pueda disfrutar, pueda probar nuevas cosas, pueda crear. Creo que eso es fundamental para mantenernos sanos mentalmente. Para no entrar en una depresión o una histeria porque ya esto es absolutamente difícil”, sostuvo.
La bailarina añade que la danza es una forma de liberar la mente y producir bienestar físico a quienes buscan actividades que poder hacer en épocas de pandemia, incluso, confesó que es un motivo para ella misma, en medio de esta situación.
“Pensar en perder algún ser querido…emocionalmente me he deprimido mucho. Y he tratado de sacar fuerzas todos los días para levantarme. Y estas clases también me obligan a despertar y decir: ¡Puedo ser útil para otras personas que se sienten igual que yo!”.
Además de las clases gratuitas a través del modo “en vivo” de Instagram, Dufuur comenzó a impartir su pensum regular vía on line, ofreciendo un servicio privado a sus alumnas.
“Económicamente también, todos mis proyectos, toda mi escuela, de alguna manera se derrumbó todo este proyecto que tenía(…) pensar que puedo llegar a mucha más gente online…también ha sido una solución, pero tampoco van a ser los ingresos que se mantenían”, apuntó.
Ella explicó que no solo se trata de su espacio, sino trabaja con “más profesoras, tengo la administración, hay gente que recibe un sueldo a través de esta escuela”, por lo cual determinó seguir con sus clases. Una alternativa que señala ha “recibido demasiado apoyo de la comunidad de la escuela, de mis alumnas. Uno no cuenta estas cosas, pero sí es difícil”.
“Nunca en mi vida habían llegado tantas personas a una clase (refiriéndose a las sisiones online) y puede ser posible por esta era digital. Y voy a hacer todo lo posible para que esto funcione y hacerlo de la manera más profesional”, enfatizó.
Finalmente, la artista cerró con un mensaje esperanzador al afirmar “que de alguna manera vamos a salir de esto y todas las cosas se tienen que equilibrar”.