Sernageomin refuerza vigilancia Complejo Volcánico Antillanca
Con el objetivo de reforzar la red instrumental del Complejo Volcánico Antillanca, ubicado en la región de Los Lagos, un equipo de profesionales del Observatorio Volcanológico los Andes del Sur (OVDAS), dependiente de la Red Nacional de Vigilancia Volcánica (RNVV) del Servicio Nacional de Geología y Minería, Sernageomin, se trasladó a la zona e instaló en el macizo dos nuevas estaciones de monitoreo. Además, se avanzó en el levantamiento de información geológica para la elaboración del mapa de peligros volcánicos a cargo de la Unidad de Geología y Peligros Volcánicos de Sistemas Volcánicos (UGPSV) de la RNVV.
El trabajo permitió mejorar la vigilancia instrumental de este complejo volcánico que se encuentra en alerta amarilla desde marzo de este año, instalándose dos nuevas estaciones de monitoreo, que incluyen sensores sísmicos, una cámara y un GPS geodésico de alta precisión. Estos instrumentos permitirán recabar mayor información sobre la actividad actual del complejo, dotando a los especialistas de mayores herramientas para la comprensión de su actividad interna y su posible evolución.
“El equipo de profesionales además de reforzar las estaciones de vigilancia en el Antillanca, volcán ubicado en el lugar 26, según el último ranking de peligrosidad, desarrollado por nuestra Institución, ejecutó tareas de levantamiento de información geológica que tiene como objetivo reconocimiento de la magnitud e impactos de erupciones anteriores, con el fin de zonificar áreas de peligros ante una eventual re-activación del macizo, y de esta manera desarrollar productos que ayuden a las autoridades a tomar mejores decisiones ante situaciones de crisis volcánicas”, puntualizó Alfonso Domeyko, Director Nacional de Sernageomin.
Agregó que “valoramos que los funcionarios de la RNVV, que desempeñan una labor fundamental en el monitoreo de volcanes y en la protección de la comunidad, estén trabajando con todas las medidas de sanitización y prevención adoptadas en este periodo de pandemia sanitaria. Si ellos están protegidos, nos ayudan a protegen a la sociedad», concluyó.
Por su parte, Alvaro Amigo, jefe de la Red Nacional de Vigilancia Volcánica (RNVV) señaló que el equipo de trabajo estuvo compuesto por funcionarios del grupo de electrónica de OVDAS y de la Unidad de Geología y Peligros de Sistemas Volcánicos de la RNVV. La operación era relevante de concretizar antes de la temporada invernal, ya que las posibilidades de operación serán muy limitadas en los próximos meses. En consecuencia, ahora contamos con una red que nos permite un mejor control espacial de los eventos que ocurren al interior del complejo volcánico. Por otro lado, ya que no tenemos conocimiento de erupciones históricas, el estudio geológico fue clave para dimensionar los eventos ocurridos en el pasado.”
Durante la campaña de mantención, los profesionales a cargo del operativo se reunieron con Alejandro Vergés, Director Regional de ONEMI Los Lagos, con el objetivo de sostener una instancia técnica de coordinación por la implementación de estas nuevas estaciones de monitoreo. “El trabajo de enlace de comunicación permanente con Sernageomin, nos permite estar alineados y coordinados frente a futuras emergencia. Asimismo, queremos agradecer el especial énfasis que la institución técnica y experta en el monitoreo de volcanes ha puesto en la vigilancia del Complejo Volcánico Antillanca y la incorporación de nueva tecnología para tal efecto”, concluyó.
El Complejo Volcánico Antillanca es un campo distribuido de centros de emisión activo desde el Pleistoceno Medio. La evolución del complejo contempla la formación de numerosos aparatos volcánicos, tanto monogenéticos como poligenéticos, algunos de los cuales han alcanzado la envergadura de un estratovolcán de tamaño mediano.
Los productos emitidos por los sucesivos centros emisores son mayoritariamente basálticos a andesítico basálticos, aunque existen variedades más ricas en sílice que al mismo tiempo se asocian a eventos eruptivos de mayor explosividad. Las unidades volcánicas más antiguas, que forman una meseta erosionada sin vestigios de los centros emisores, son composicionalmente más primitivas. Sobre estas secuencias se establecieron volcanes de escudo y estratoconos cuyos núcleos pueden aún reconocerse. Las lavas asociadas a estos centros presentan mayor diversidad composicional aunque dominan basaltos y andesitas basálticas. Los centros eruptivos postglaciales, tanto aquellos tempranos como los más recientes, forman esencialmente cadenas de conos piroclásticos y estratoconos que han evacuado magmas máficos. Los más sobresalientes son el volcán Casablanca, un volcán de escudo de tamaño mediano, y el Haique, un cono piroclástico anidado inusualmente voluminoso. El estilo eruptivo reflejado en las unidades volcánicas varía desde erupciones estrombolianas hasta plinianas, además la interacción agua-magma ha originado eventos freatomagmáticos.