Este miércoles nuevamente el Senado aplazó la deliberación del proyecto de ley que limita la reelección de diputados y senadores, proyecto en el cual aún no se clarifica qué sucederá con otros cargos públicos como alcaldes y concejales.

Respecto a este tema el jefe de la bancada de diputados de Renovación Nacional (RN), Sebastián Torrealba y el legislador Andrés Longton, se refirieron a esta iniciativa presentada por primera vez en el Senado el año 2001, así como también sobre la retroactividad en la medida.

“Yo creo que este proyecto tiene que aprobarse, ojalá con retroactividad. En la bancada aún estamos en una conversación respecto a esta medida y vamos a tomar una decisión unitaria al respecto, pero evidentemente como imagino, en todos los partidos, hay voces disímiles sobre este proyecto”, dijo el parlamentario Torrealba.

En ese sentido, el jefe de bancada RN sostuvo que “yo creo en la renovación de la política, creo en las caras nuevas, y me gustaría que la Cámara de Diputados se renovara muchas veces, como ocurrió en este periodo, y así ir dándole mucho aire al sistema político”.

Respecto a la figura de los alcaldes y los concejales, Torrealba señaló que su posición es que “tiene que hacerse una legislación para todas las autoridades políticas, y no sólo para algunas donde no puede ser que senadores y diputados tengan condiciones distintas a alcaldes y concejales, es por esto que es necesario unificar esta legislación”.

Por su parte, el diputado Andrés Longton enfatizó que no puede ser que este proyecto lleve 19 años presente en el Congreso, “independiente que la del segundo trámite lleve 8 años durmiendo en el Senado”.

En esa línea anunció que “si no se aprueba la retroactividad en el Senado vamos a tener una renovación de caras para el año 2030-2034, es decir, tendremos políticos en el Congreso que están aquí desde el año 1990, o sea 44 años”.

“Si queremos darle tiraje a la chimenea y oxigenar la política, es necesario contar con caras nuevas. Digámoslo con todas sus letras: si no hubiese existido la presión social del año pasado y la de este año, el proyecto no se hubiese visto y seguiría durmiendo en el Senado, ya que nunca hubo voluntad de avanzar en él. Yo mismo el año pasado, le pedí urgencia al Senado sobre este proyecto, y la verdad es que el portazo se escuchó en todo Valparaíso”, finalizó.