AgenciaUno/EuropaPress

Greenpeace ha reclamado a la población que reduzca su consumo de carne per capita y que se abandone de manera urgente la ganadería industrial para pasar a un modelo de apoyo real a la ganadería extensiva que genera más empleo rural y fija población.

Con motivo de la celebración de la Semana Mundial sin Carne, la ONG afirma que España es el país de la UE que más carne consume por persona, que llega a 100 kilos por persona y año, de modo que considera que cada español debería reducir un 84 por ciento su ingesta actual de carne.

La ONG denuncia que este “excesivo, insano e insostenible” consumo de carne sólo es posible debido a un modelo de ganadería industrial, que está experimentando un “exponencial crecimiento” que según asegura conlleva “graves consecuencias” para el medioambiente y la salud de las personas.

El sector agroalimentario genera un 37 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero de las que la ganadería general el 14,5 por ciento. Además, la ONG afirma que la ganadería industrial está asociada a la deforestación, al elevado consumo de agua y su contaminación, la emisión de amoníaco, el maltrato animal, el uso de cultivos transgénicos.

Sin embargo, a nivel nacional, la ONG apunta que la ganadería supone el 70 por ciento de las emisiones del sector agrícola y recuerda que la contaminación de acuíferos por nitratos y la emisión de amoníaco, asociadas al crecimiento exponencial de este tipo de ganadería, llevó a la Comisión Europea a abrir otro procedimiento de infracción contra España.

Para el responsable de agricultura de Greenpeace España, Luis Ferreirim, no se puede seguir mirando a otro lado porque el “excesivo consumo y producción de carne industrial en España está contribuyendo a la destrucción del planeta”.

“La urgente y necesaria transformación del sistema pasa por adoptar dietas sanas y sostenibles y por dejar de llenar el campo de auténticas fábricas de carne, cambio climático, contaminación del agua y destrucción de modos de vida y empleos”, propone.

Finalmente, ha instado a los consumidores a reducir “drásticamente” el consumo de carne anual y asegurar que la que se consume proviene de ganadería ecológica y extensiva.