La adaptación del hospital Carlos Van Buren para atención de pacientes COVID-19
El Hospital Carlos Van Buren debió reacondicionar sus dependencias por la emergencia sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus, y así dar un flujo de atención a pacientes acorde a los protocolos que se requieren para evitar, por un lado, la sobresaturación y, por otro, disminuir contacto de personas para impedir posibilidad de contagio.
En este sentido, la institución creó el Comité Operativo COVID-19 con el fin de realizar una planificación estratégica, donde se destaca la modificación y creación de procesos, nuevos protocolos, infraestructura y habilitación de nuevas unidades solo para atender pacientes sospechosos y confirmados.
Desde el ingreso por calle San Ignacio al hospital existe un flujo definido para ir direccionando y categorizando desde el comienzo, partiendo con la primera atención, en donde un médico recibe la primera consulta.
“El médico hace un triage, donde determina si la patología consultante amerita que lo ingresemos al flujo de paciente COVID o bien ingresa al flujo de urgencia normal. Este paso es fundamental para separar los flujos y evitar o disminuir el riesgo de contagio entre pacientes”, explica a AgenciaUno María Soledad Montes, subdirectora de Gestión del Cuidado del hospital.
Aproximadamente se reciben entre 80 a 100 personas diarias en este sector, número que ha disminuido en esta semana en que la comuna de Valparaíso se encuentra con cuarentena obligatoria.
Luego de la primera consulta, si el médico determina que es un paciente sugerente de COVID, lo deriva a la Urgencia Respiratoria Adulto (URA), donde se le hace la categorización para clasificar la gravedad del cuadro y se ingresa a la atención médica.
El doctor Max Hasell, médico de la URA, indica que es en este paso donde “si son respiratorios, se ingresan a un Box y son aislados desde el principio. Si es un paciente sospechoso se le hace el examen PCR”.
Esta es una de las unidades que fueron creadas especialmente para atención de COVID por lo que, según el profesional, ha sido complejo ya que se ha requerido de capacitación de todo el personal acerca de los elementos de protección personal y también sobre el diagnóstico de la enfermedad.
Agrega que “inicialmente los pacientes que se recibían eran leves, con otras patologías respiratorias, pero a medida que ha ido pasando el tiempo, éstas otras infecciones respiratorias han ido disminuyendo considerablemente, actualmente lo que más vemos son pacientes COVID, y ya no tan leves, porque éstos se están diagnosticando en el consultorio”.
“Acá llegan pacientes cuando ya están descompensados o graves desde el consultorio. También llegan muchos pacientes que ya vienen diagnosticados que llegan desde su domicilio y vienen con síntomas más graves de la enfermedad. La mayoría que llega acá son pacientes que requieren hospitalización, por eso en algunos casos la unidad se ve saturada”, explica el facultativo.
Luego del paso por la URA, mientras el paciente espera el resultado de la PCR, puede ser derivado dependiendo de su estado a una unidad de baja complejidad, o bien, si requiere mayor vigilancia, se procede al ingreso de la Unidad de Cuidados Intermedios COVID (UCIM), otra de las áreas que ha sido reacondicionada por la pandemia.
La subdirectora de Gestión del Cuidado, María Soledad Montes, comenta que “esta área no atendía a pacientes ventilados, pero se tuvo que adaptar rápidamente incorporando ventiladores ya que todo esto es muy dinámico”.
En términos de tiempo, el paciente puede estar en este sector entre 4 a 5 días, y se puede, por un lado, desescalar a un área de baja complejidad o bien si el paciente se agrava va hacia la Unidad de Cuidados Intensivos COVID-19 (UCI).
Esta unidad también fue acondicionada sólo para atención de pacientes críticos COVID o con sospecha a la espera del resultado de la PCR, pero que al llegar su estado era grave y con un cuadro clínico sugerente de COVID-19. La mayoría de los pacientes de esta unidad se encuentran con ventilación mecánica.
La enfermera supervisora de la UCI, Paulina del Río, comenta para AgenciaUno que este sector “antes era la UCIM general, y por acondicionamiento de los espacios se utilizó este lugar para habilitar la nueva unidad solamente relacionada con pacientes COVID”.
Además, relata cómo se han ido adecuando a este nuevo escenario, en donde se han incorporado nueva infraestructura y también nuevos procedimientos. “Como la comunicación es un poco dificultosa con el interior de la sala, se colocaron unas pizarras para anotar los parámetros importantes que se tienen que transcribir a los documentos de enfermería, además de tener un citófono que comunica el exterior con el interior, por si el personal requiere de algún insumo, etc.”, dijo.
Luego del recorrido que realizó AgenciaUno a todo el circuito de pacientes COVID, se puede indicar que la pandemia ha sido todo un desafío para el hospital Carlos Van Buren, principalmente porque se tuvieron que hacer cambios sustanciales al interior de un recinto asistencial cuya infraestructura no ha tenido inversiones importantes por más de 30 años.
Sin embargo, se han adaptado, no solo nuevas dependencias, sino que también nueva formación y capacitación de equipos con más profesionales y cambios de procesos para hacer frente a la emergencia sanitaria que, solo en la comuna de Valparaíso, acumula 1.516 casos positivos COVID-19 y llega a 29 muertes por esta enfermedad.