Tras apreciar la prueba testimonial y pericial presentada por la Fiscalía Local de Osorno en un juicio oral realizado a través del sistema de video-conferencia, el Tribunal Oral en lo Penal dictó este viernes por unanimidad veredicto condenatorio en contra de un acusado por los delito de abuso sexual y violación reiterados en contra de una víctima menor de edad.

El Fiscal Jaime Sáez fue el encargado de llevar este caso a juicio oral y destacó que “la persecución de delitos sexuales es una política criminal por parte de la Fiscalía de la Región de Los Lagos y por eso nos sentimos satisfechos, en el sentido que a través de esta modalidad se pueden lograr condenas y es una prioridad también para el Ministerio Público llevar este tipo de casos a juicio oral”.

A través del sistema de teleconferencias Zoom se llevó a cabo este juicio oral, en el que la víctima, así como el acusado, pudieron prestar su declaración ante los jueces. “No hubo ninguna alegación en cuanto a que podría haber habido vulneración de algún derecho, principalmente el derecho a la defensa, lo cual no fue planteado, ya que el juicio se realizó con total fluidez”, dijo Sáez, quien añadió que con esta modalidad “se respetan los derechos de todos los intervinientes”.

La persecución de delitos de esta naturaleza de delitos sexuales es una política criminal por parte de la Fiscalía de la Región de Los Lagos y por eso nos sentimos satisfechos en el sentido que a través de esta modalidad se pueden lograr condenas y es una prioridad también para el Ministerio Público llevar este tipo de casos a juicio oral”.

De acuerdo a lo indicado cuando se dio a conocer el veredicto condenatorio, la lectura de sentencia, oportunidad en que se dará a conocer la pena a imponer al ahora condenado, quedó fijada para el miércoles 01 de julio, a las 11.00 horas.

Conforme a lo resuelto por los jueces que integraron la sala virtual, Soledad Santana Cardemil, Héctor Hinojosa Aubel y Marcelo Reuse Staub, las agresiones sexuales acreditadas por el Ministerio Público osornino tuvieron lugar entre los años 2016 y 2018, cuando el acusado y la víctima coincidieron en diversas oportunidades en distintos domicilios donde vivió la menor en la ciudad de Osorno.

Estos hechos constituyen el delito de abuso sexual impropio, previsto y sancionado en el artículo 366 bis del Código Penal y el delito de violación impropia, previsto y sancionado en artículo 362 del mismo Código, ambos en grado de consumados y en carácter de reiterados.