La FAO recomendó evitar el cierre o suspensión de ferias libres
Como una reacción a los reportes oficiales emitidos por el Ministerio de Salud, que constatan la incidencia de personas contagiadas con COVID-19 en la Región Metropolitana, alcaldes de distintas comunas tomaron la decisión de suspender el funcionamiento de las ferias libres por un periodo de dos semanas, correspondientes al 27 de junio hasta el 14 de julio.
De las 1.114 ferias existentes a nivel nacional, el 41% de ellas se encuentran en la Región Metropolitana. En todo Chile este tipo de mercados constituye la principal vía de abastecimiento de frutas y verduras (70%), huevos (50%), pescados y mariscos (50%).
Además, las ferias libres son un canal de comercialización fundamental para sectores vulnerables como pequeños agricultores y pescadores artesanales.
“El cierre de ferias libres, mercados tradicionales y caletas, genera grandes impactos económicos en este sector, principalmente informal y vulnerable, lo que pone en riesgo su capacidad de adquirir insumos para sus actividades de cultivo en la próxima temporada”, manifestó la representante de FAO en Chile, Eve Crowley.
En un escenario donde CEPAL proyecta que la pobreza podría llegar al 13,7% el 2020, el rol de las ferias libres en Chile se hace aún más crítico, porque para los consumidores más vulnerables es la única opción asequible.
Al tomar la decisión de suspender o cerrar las ferias libres, se reduce su acceso “físico y económico” a los alimentos frescos y nutritivos: frutas, verduras y pescados. Además, las ferias libres aportan a la diversificación de la dieta de la población nacional, permiten el acceso de estos productos en lugares apartados y los precios suelen ser bajos en comparación a otros mercados.
Al limitar el acceso a los productos que ofrecen las ferias libres, puede aumentar la inseguridad alimentaria. Las últimas estimaciones FAO-CEPAL sostienen que frente a la pandemia la inseguridad alimentaria grave podría aumentar en alrededor de 400 mil personas en Chile, es decir, cerca de un millón de personas podrían dejar de recibir alimentos suficientes, en plena crisis sanitaria.
Por otro lado, las ferias libres son espacios importantes para el desarrollo económico, generando 340.000 empleos directos a nivel nacional, de los cuales un 49,6% son mujeres, sin dejar de mencionar los ingresos de los miles de agricultores familiares y pescadores artesanales, quienes venden allí sus productos.
La FAO reiteró que cerrar o suspender las ferias libres, tendrá impacto no solo en los consumidores, sino también en los productores, feriantes, pequeños agricultores y pescadores artesanales ligados a esta actividad.
El Ministerio de Economía junto al Ministerio de Agricultura publicaron un “Protocolo de Manejo y Prevención ante COVID-19 en Ferias Libres”, el cual debe ser aplicado con celeridad por parte de todos los involucrados.
“Es necesario invertir recursos en la implementación de protocolos, y contar con medios para la fiscalización de su cumplimiento. Es fundamental la educación y capacitación de feriantes y consumidores para el correcto funcionamiento de esta infraestructura crítica para la seguridad alimentaria de los chilenos”, enfatizó Crowley.
La FAO valoró las iniciativas que han sido impulsadas por diversos municipios a lo largo del país, dirigidas a mantener en actividad las ferias de las comunas, donde se han aplicado medidas que permiten su buen funcionamiento, entre las cuales están: ampliar los horarios de funcionamiento con el propósito de evitar aglomeraciones de personas; modificar su emplazamiento para contar con mayor espacio físico para la venta; la definición de entradas y salidas para ordenar el flujo de los compradores; impulso de compras online o por teléfono; retiro de pedidos en lugares establecidos; puestos de venta en estacionamientos de edificios y micro ferias en plazas. En todo Chile se han aplicado distintas ideas que, además, refuerzan los protocolos de higiene e inocuidad.
La FAO sostuvo que es urgente, mantener y ampliar el diálogo entre la Asociación de Ferias Libres (ASOF), instancias de Gobierno relacionadas, como los Ministerios de Agricultura, Salud, Desarrollo Social (Elige Vivir Sano), Economía, la Asociación Nacional de Municipalidades, el Observatorio del Derecho a la Alimentación y el Frente Parlamentario Contra el Hambre, a fin de abordar, en el corto plazo, los problemas que la pandemia está ocasionando sobre el funcionamiento de lo que hoy conocemos como ferias libres.
En un horizonte más amplio, habrá que discutir de manera estratégica, el mejor modelo o rediseño que, a través de la innovación, asegure ferias libres, seguras, inocuas y modernas, como espacios fundamentales para la seguridad alimentaria y nutricional del país, sentenció el organismo.