• Acné, hongos, picazón, ronchas, irritación y enrojecimiento en la cara son algunas de las complicaciones derivadas de las altas temperaturas junto al uso prolongado de mascarillas. Sumado a esto, expertos alertan que el stress y la utilización de algunas telas favorecen a la aparición de enfermedades cutáneas.

Claudia Osorio Bañados / AgenciaUno

La mascarilla no era un artículo de uso frecuente antes de la pandemia, pero ahora no se puede dejar de usar para salir a comprar o para ir a trabajar. Este nuevo elemento en contacto con nuestra cara sumado a las altas temperaturas que ya se comienzan a sentir podrían generar más de un daño en la piel.

Para algunos con mayor sensibilidad en el rostro, estas complicaciones ya han aparecido. Dermatitis de contacto irritativa, pequeñas espinillas, resequedad excesiva, enrojecimiento son consultas que han ido en aumento para los dermatólogos.

En personas que ya presentaban por ejemplo, rosácea, acné o la piel muy grasa, el uso de un tapaboca favorece a que esto se irrite aún más o que haya proliferación de bacterias, señala el dermatólogo, Orlando Alvarado (www.vitadermic.cl).

En entrevista con AgenciaUno, el especialista explica que “en personas que normalmente no tienen ninguna patología de base es frecuente que se le exacerbe una dermatitis de contacto”, ya que la mascarilla “produce un efecto oclusivo, por lo tanto, mantiene mucho la humedad, y eso va favoreciendo la agresión de la piel”.

Por otro lado, se han detectado nuevas reacciones producto de este obligatorio elemento de seguridad. “Hay personas que no sabían que eran alérgicas y al comenzar a usar la mascarilla se le produce una dermatitis”, advierte el profesional.

“El área de las orejas está sufriendo también bastante por el uso prolongado, sobre todo personas que tienen que usar mascarillas todo el día”, agrega. En este caso en particular, se recomienda usar un accesorio que permite sostener la mascarilla en la zona de la cabeza.

Calor y Mascarillas: Una mala combinación

En otras partes del mundo ya se han registrado casos de problemas a la piel derivados del uso de la mascarilla y la llegada del verano. En Chile, esta situación no debiera ser distinta.

Para el médico Orlando Alvarado, “lo más probable es que aumente, porque el calor propio de la mascarilla sumado al cuadro ambiental, crea un caldo de cultivo muy propicio para que proliferen bacterias y la irritación”.

Funcionarios de la salud, trabajadores de supermercados o bancos, por ejemplo, estarán más expuestos a este tipo de condiciones. El especialista indica que esta situación “es en directa relación con el número de horas que puedan usar la mascarilla”.

Sin embargo, las mascarillas y la temperatura ambiental no son los únicos factores que provocan los problemas en la piel, ya que el estrés que genera la pandemia en las personas, también aparece como una causa.

¿Qué hacer para minimizar los riesgos?

La piel cuando está irritada es mucho más sensible, por lo tanto, el experto aconseja que una buena manera de evitar posibles daños en la zona facial es:

• Cambiar mascarillas frecuentemente, sobre todo si son desechables. En el caso de las reutilizables, tener varias para ir alternando y así no ocuparlas húmedas.

• Aseo suave de la zona de la cara con algún jabón de glicerina, de avena o sustitutos llamados Syndet. Lo ideal es hacerlo cada vez después de usar la mascarilla, o bien en la mañana y en la noche diariamente

• Una buena lubricación, ocupando cremas especiales para la cara y acorde a cada tipo de piel.

• En caso de usar mascarillas de tela, preferir el algodón ya que es más inocuo con la piel. Las de polyester, nylon, acetato no se recomiendan, no solo porque no protegen muy bien, sino que además irritan.

• No usar maquillaje.