La sucesión de crisis económicas en Argentina ha disparado en estos últimos años el nivel de pobreza, que ya afecta al 40,9 por ciento de la ciudadanía, según las estadísticas oficiales, en las que se refleja una subida de la tasa de cinco puntos y medio en un año.

Argentina ha encadenado dos años de recesión y una inflación elevada, condiciones a las que ahora se suman las consecuencias que están acarreando para el empleo y los ingresos las medidas adoptadas para contener la pandemia de coronavirus.

La Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Instituto de Estadísticas (Indec) refleja las consecuencias que estos estragos económicos han tenido para los hogares. En el primer semestre había un 35,4 por ciento de pobres en Argentina, mientras que ahora ya son el 40,9 por ciento, en total 18,5 millones de personas.

La indigencia también ha aumentado, en concreto casi tres puntos, y afecta al 10,5 por ciento de la población –4,7 millones de ciudadanos–, según el diario ‘La Nación’.

El dato de pobreza en Argentina no tiene precedentes en la estadísticas oficiales desde el año 2004, tras la crisis del ‘corralito’, pero oculta también una disparidad en cuanto a zonas.

El mayor número de pobres en términos absolutos se concentra en la región metropolitana de Buenos Aires –5,8 millones–, pero la capital es también la que menor proporción registra –17,3 por ciento–, muy por detrás de los datos de la zona de Concordia, donde más de la mitad de personas están por debajo del umbral de la pobreza.

El presidente argentino, Alberto Fernández, ha reconocido públicamente que las medidas de cuarentena adoptadas para contener la expansión del coronavirus podrían tener como efecto colateral un empobrecimiento de la población, pero negó que existiese un dilema entre economía y salud. “Prefiero tener 10 por ciento más de pobres y no 100.000 muertos en la Argentina por coronavirus”, sentenció en abril.

AgenciaUno/EP